El Sporting sigue sin reaccionar: derrota en Andorra y a cuatro del descenso (1-0)

Los rojiblancos sobreviven a una pésima primera parte para caer de penalti cuando empezaban a despertar / El VAR marcó un duelo en el que anuló un gol a cada equipo, corrigió una pena máxima y señaló otra

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

El Sporting sigue complicándose la vida. Los rojiblancos cayeron en Andorra ante un rival que encanaba cinco derrotas consecutivas. Sobrevivió el equipo de Ramírez a una pésima primera parte de la que pudo salir goleado y, cuando mejor estaba, el VAR apareció para dar el triunfo al que seguramente más lo mereció. Tras anular un tanto a los locales, corrigió otro de Zarfino, dejó sin efecto un penalti de Cali sobre Valera y a la siguiente ya no pudo librarse el equipo gijonés. Bakis convirtió una rigurosa pena máxima para dejar al Sporting de nuevo mirando al descenso, que ya está a cuatro. El proceso, en involución.

El Sporting salió vivo de la primera parte de milagro. El Andorra tuvo hasta tres ocasiones muy claras para adelantarse en el marcador. Incluso consiguió hacerlo, por medio de Almpanis, pero el VAR llamó al colegiado canario González Francés para finalmente anularlo por falta de Mika Mármol sobre Cuéllar. Los rojiblancos fueron meros espectadores de lo que hacía y deshacía el conjunto de Eder Sarabia, con Germán Valera sembrando el pánico cada vez que iniciaba una diagonal. Y en lo poco que dispusieron, como un contragolpe provocado por una mala entrega atrás de la defensa andorrana a su portero, tampoco estuvo fino el Sporting. En este caso, Aitor, estuvo lento para controlar y embocar hacia la portería. Entre que esperó a que bajara del cielo el balón y armó la arrancada, se hizo de noche.

Avisó Almpanis a los seis minutos y fue ya una constante. El atacante del Andorra cabeceó un buen centro lateral para que el balón se escapara lamiendo el palo. Fue a más el conjunto local ante un Sporting con la novedad de la entrada de Aitor por Otero, y el esquema habitual. Hubo el matiz de ver a Cristo meterse por dentro para intenta ayudar a tapar la salida del rival. Nunca parecía llegar a tiempo el conjunto de Miguel Ángel Ramírez, que incluso renunciaba a salir desde atrás traduciendo en pérdidas cada saque de puerta en largo de Cuéllar. Lo pagó reiteradamente. Valera puso la siguiente gran ocasión a rozar el gol en una acción en la que entre Cuéllar y el larguero salvaron in extremis el primero. Le siguieron más.

Llegó otra de Bakis, para empujar. Fue otro centro lateral, esta vez desde el costado izquierdo. Acabó golpeando en el pie del delantero del Andorra, por suerte para el Sporting, más que yendo el jugador a armar el remate. Fue la diferencia que hizo que no acabara dentro. Hubo otra más, la que Cali despejó en área pequeña en otro remate a bocajarro sin puntería. Achicaba, como podía, un Sporting a merced. Lo único que el conjunto gijonés pudo llevarse a la boca en área rival fue unas manos de Alende que el árbitro fue a revisar al monitor sin ver nada punible. El final del primer tiempo fue un alivio para los rojiblancos. El rosto de David Guerra, presidente ejecutivo, al dirigirse a los vestuarios al descanso, un poema. A escasos metros de él, en la grada, Aleco Irarragorri.

Ramírez agitó el esquema y el equipo. Aitor y José Ángel dejaron su sitio a Otero y Varane. De la defensa de cinco, a cuatro para ganar un hombre más en el centro del campo. Lo de arriba, parecido. La segunda parte se estrenó con Djuka, al fin, armando un remate demasiado cruzado tras un buen envío en largo de Marsà, el mejor del Sporting. Empezó el equipo a rifar menos balones y diluir el empuje local. Llegó entonces el gol de Gio. Djuka bajó en el área un balón alto para buscar disparo y acabar mandando la pelota entre un bosque de piernas en el que cazó Zarfino. No lo celebraron los rojiblancos con mucho entusiasmo al ver al árbitro echando mano del auricular. Dos minutos después, el tanto se anuló por fuera de juego del montenegrino.

El gol anulado dejó al menos la sensación de que el Sporting empezaba a despertar. Los rojiblancos lanzaban cada vez más contragolpes con peligro y Djuka volvió a tener otro remate claro tras un gran balón de Pedro por delante de la defensa rival. Había partido. Ahora la constante en área contraria era rojiblanca, con Zarfino de nuevo probando a Ratti, meta de los andorranos, en otra rápida y vertical acción del equipo. Y entonces, penalti de Cali.

Germán Valera volvió a aparecer para levantar a su equipo. Lo hizo para armar otra diagonal y adentrarse a toda velocidad en el área. Cayó derribado tras una dura entrada de Izquierdoz. Penalti. El Sporting volvió a salir vivo, por enésima vez. El VAR llamó al árbitro y acabó dejando sin efecto la decisión por una falta previa. La siguiente acción en área rojiblanca, acabó con situación y resolución inversa.

Cali volvió a la disputa, esta vez, con Bakis. El delantero turco fue listo y se fue al suelo al primer contacto. El juego continuó y el VAR volvió a entrar nada más detenerse el balón. El contacto, leve por las imágenes, fue suficiente para que, esta vez sí, el penalti fuera señalado. Bakis no lo desaprovechó. Todavía pudo empatar el Sporting en un testarazo de Milo a centro desde la derecha de Pol Valentín. Mejoró tarde el conjunto gijonés, cuya imagen sigue mostrando pocos argumentos para confiar en una reacción y ve la amenaza de los puestos de castigo cada vez más cerca.  

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