La historia dice que el Sporting acabará entre los seis primeros

Los equipos con 28 o más puntos en las primeras quince jornadas siempre disputaron al menos promoción desde que hay formato play-off

Endika Gabiña, en el centro, durante el entrenamiento de ayer del Sporting. | Luisma Murias

Endika Gabiña, en el centro, durante el entrenamiento de ayer del Sporting. | Luisma Murias / Ángel CabranesÁ. C.

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Hay una ley no escrita en Segunda que dice que si llegas a la jornada 15 con 28 o más puntos, los que firma ahora el Sporting, a final de temporada estarás entre los seis primeros. La regla se ha cumplido desde la creación del formato de play-off, en la temporada 2010-11, con una sola excepción, la que suele decirse que la confirma. El Alcorcón, rival de los rojiblancos este sábado, llegó a la decimoquinta jornada de la temporada 2018-19 líder, con 33 puntos. Acabó decimocuarto.

El ascenso a Primera División se abrió un poco más desde que el formato de play-off extendió la posibilidad de lograr dar el salto de categoría hasta los seis primeros. Mientras que primero y segundo lo hacen de forma directa, los otros cuatro siguientes se juegan en clave eliminatoria la otra plaza restante. El Sporting va en ritmo de poder acabar en ese margen que permitiría, al menos, pelear por subir a Primera por el camino más largo.

Teniendo como referencia la situación actual del Sporting, es decir la de haber llegado a este tramo de la temporada con sus puntos (o más), se contabilizan un total de 26 precedentes en los años en los que se ha disputado promoción. Todos, salvo el citado Alcorcón, acabaron metidos en la pomada. 18 de ellos, primero o segundo, los dos puestos que dan billete directo a la máxima categoría. Entre esos casos, el propio Sporting.

La temporada del ascenso de los guajes guarda algún paralelismo con la marcha actual de los rojiblancos. En aquella campaña 2014-15, el conjunto dirigido por Abelardo alcanzó la jornada 15 con 29 puntos. Fue a través de siete victorias, ocho empates y ninguna derrota. La dinámica le llevó a terminar la temporada segundo, con 82 puntos. Pocas veces estuvo tan caro lograr un puesto de ascenso directo con ese nivel de puntuación.

Entre todos estos precedentes, el descalabro del Alcorcón hace cinco años es un aviso a navegantes. Pocos esperaban que un comienzo tan brillante como el protagonizado por los madrileños fuera a suponer un bache tan importante como para dejarle fuera de cualquier posibilidad de disputar el ascenso. En la jornada quince de la 2018-19 llevaban diez victorias, tres empates y sólo dos derrotas. Fue a partir de ese tramo, cuando el conjunto entrenado por Cristóbal Parralo inició una caída libre. De ahí al final de temporada sólo fue capaz de ganar tres partidos y sumar siete empates. Es decir, 16 puntos que le hicieron mirar más hacia la zona baja.

El conjunto gijonés afronta la visita a Alcorcón este sábado con el objetivo de intentar hacer bueno el punto logrado en casa ante el Amorebieta. Un triunfo en Santo Domingo le aseguraría permanecer por tercera jornada consecutiva en el segundo puesto y defender una plaza que tiene a Valladolid, Eibar, Racing de Ferrol y Espanyol a un partido de distancia. Mientras los pucelanos igualan los 28 puntos del conjunto gijonés, pero tienen peor diferencia de goles; los armeros están a un punto; los gallegos, a dos, y los pericos, a tres. Todo está en un puño, lo que hace ser prudente al club rojiblanco de puertas para adentro.

El calendario será exigente hasta final de año. Por El Molinón pasarán el Eldense, el Levante y el Leganés, mientras que los rojiblancos visitarán a Cartagena y Eibar. Por el medio habrá eliminatoria de Copa del Rey.

Gabiña dirige la sesión en Mareo

La ausencia de Miguel Ángel Ramírez en el entrenamiento de ayer llevó a que la sesión en Mareo contara con un nuevo entrenador al mando: Endika Gabiña. El vasco, segundo técnico del conjunto gijonés y hombre de confianza de Ramírez, tomó las riendas. El comienzo de la jornada estuvo marcado por el buen ambiente y alguna broma entre los jugadores. Aitor Zulaika, entrenador del Sporting Atlético, siguió de cerca el trabajo como espectador.

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