La contracrónica del Sporting-Valladolid: el cambio de los dos equipos desde el estreno en Liga, la mala racha ante los pucelanos y la peculiar celebración de Cote

Ramírez revoluciona el once, con Róber Pier de lateral derecho, y ya empieza a creer en pelear un ascenso que la tecnología le niega a los rojiblancos

Cote, en la acción que acabó con gol del Sporting

Cote, en la acción que acabó con gol del Sporting / Marcos León

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Del batacazo en el estreno a un Sporting aguerrido y que compite

Han pasado seis meses y una semana desde aquel viernes 11 de agosto que parece lejos ya, y también en lo deportivo para el Sporting. Aquel día el Valladolid parecía estar en otra galaxia, y los rojiblancos se veían tras un repaso del rival casi como en otro escalón en la categoría. De ese batacazo se ha pasado ahora, 26 jornadas después –por aquello de los calendarios asimétricos–, a un versión del Sporting aguerrida, competitiva y que pelea de tú a tú al rival. En un partido marcado por las bajas, y sin muchos recambios en el banquillo, el Sporting se hizo fuerte para sobreponerse al gol inicial del Valladolid y arañar un punto de esos que sabe a mucho. Es un empate que posiblemente no deje ese mismo poso amargo que en la racha de noviembre y diciembre, cuando el Sporting se quedó con la sensación de haber merecido más y ganar. Puede que también esa impresión venga condicionada por el partido ante el Racing de Ferrol, cuando con el equipo de Ramírez volcado hacia la victoria se cometió un error y se acabó perdiendo. Esta vez ante el Valladolid el empate sabe bien, en una jornada complicada, en la que sacó adelante el partido y al menos se puntuó. Y lo que es más importante, no se dio aire a un rival en la zona alta, que seguirá por debajo en la clasificación. Durante las temporadas hacen falta también partidos así, de pelear, sufrir y reponerse. Y de ver también que ya se compite de igual a igual con el Valladolid.

Cote, gol con rabia y libreración, tras perderse el derbi

Ese gesto tan característico y expresivo de Cote, tanto en la alegría como en el enfado, se manifiesta en cada partido y prácticamente cada instante de juego desde su regreso al Sporting. Hay incluso veces que es difícil diferenciar con una imagen si es por algo positivo o negativo esa reacción. Hace apenas dos semanas en Zaragoza, Cote, enrabietado, alzó su brazo y lo bajó hacia el suelo con el puño cerrado para lamentar que la tarjeta amarilla le impedía jugar el derbi ante el Oviedo. Ayer repitió una imagen muy parecida con su tanto ante el Valladolid, que eleva su cuenta goleadora a dos ya este curso. Una celebración de rabia y liberación, de sellar en ese momento las tablas, y de reactivar al equipo, que tras una primera parte más flojo tuvo ese primer tramo del segundo tiempo una imagen ambiciosa, auspiciada por ese empujón de moral de Cote.

El Valladolid sigue siendo una piedra en el camino: un triunfo en trece partidos

Al menos se cortó la mala dinámica, que era solo de derrotas. Hasta cinco seguidas llevaba el Sporting ante el Valladolid entre Liga y play-off. Hay que remontarse a abril de 2018, con un 0-1 y gol de Rubén García para ver el último triunfo rojiblanco ante los pucelanos. Porque para ir a la siguiente ya que retroceder mucho más atrás, hasta 14 partidos, a mayo de 2009 con un 1-2, que allanó la permanencia gijonesa en Primera. El empate sirve por tanto para truncar en parte la racha, pero sigue dejando un triunfo del Sporting ante el Valladolid en los últimos trece partidos. Un rival que no se da bien y con el que además ha perdido el golaverage el conjunto de Ramírez este curso. Pero como sucedió en 2018, aún puede aparecer un "bonus track", con un enfrentamiento en el play-off. Eso sí, quedan 15 jornadas, y mucha tela que cortar, antes de pensar en más revanchas.

Róber Pier, de lateral, en una alineación con cinco cambios

Tres cambios por obligación por lesión y dos más por decisión técnica. Miguel Ángel Ramírez tuvo que revolucionar el once. El peleado triunfo en el derbi pasó factura en el aspecto físico. Se cayeron Izquierdoz, Christian Rivera y Gaspar por lesión, que fueron sustituidos por Diego Sánchez, Roque Mesa y Queipo. Las otras dos novedades llegaron con el regreso de Cote, tras cumplir un partido de sanción, que entró por Pablo García. Mientras que Róber Pier, que jugó los últimos minutos del derbi de lateral derecho, actuó de nuevo ahí relevando a Pascanu al banquillo.

Ramírez sí empieza a cree en pelear un ascenso que la tecnología le niega

"¿Por qué no luchar por el ascenso directo y el play-off?". Acostumbrado a un discurso prudente, cuando la temporada ya avanza al último tercio de competición, Miguel Ángel Ramírez se lanzó a visualizar al Sporting peleando por el ascenso. Aunque es cierto que marcó la franja de las diez últimas jornadas para llegar bien colocado. Salvo el doble partido ante el Racing de Ferrol y el del Valladolid en Zorrilla, el Sporting ha competido y tenido opciones de ganar ante todos los equipos de la zona alta. En la semana en la que un estudio con tecnología ELO, un modelo matemático derivado del ajedrez, dictaminó que el Sporting no pelearía por subir, el equipo tiró de raza para seguir alargando la ilusión de que esta temporada acabe en forma de fiesta. Y está bien que Ramírez también se contagie de ese sentimiento y lo verbalice en público.

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