Málaga, Agencias

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, aseguró ayer que se está haciendo una «investigación exhaustiva más rigurosa» sobre el accidente del pasado sábado en Benalmádena (Málaga) en el que murieron nueve turistas finlandeses. Los primeros datos apuntan a que el todoterreno causante del siniestro «llevaría probablemente una velocidad excesiva». El conductor del vehículo, que fue identificado como J. G. R., de 27 años, iba con el doble de alcohol permitido y permanece ingresado en un hospital bajo arresto de la Guardia Civil, aunque su estado no reviste gravedad.

El avance del informe de la Guardia Civil de Tráfico de Málaga sobre el accidente apunta a que el todoterreno llevaba una velocidad claramente inadecuada. El adelantamiento se produjo por la izquierda. Pero, a continuación, el vehículo colisionó contra el quitamiedos y rebotó contra el autobús, que finalmente volcó.

La Fiscalía de Seguridad Vial está en espera del atestado final para determinar la responsabilidad del piloto en el choque, mientras que la Policía científica finlandesa coteja las huellas dactilares de las víctimas para concluir las identificaciones. Si se acredita que se trata de un homicidio imprudente, la pena de cárcel oscilaría entre uno y cuatro años, mientras que si se considera que hubo dolo eventual, es decir, voluntad maliciosa, la privación de libertad puede ascender a 15 años.

López Garzón insistió en que el todoterreno viajaba a una velocidad «no adecuada». En cuanto a los heridos, una mujer permanece en estado crítico, según fuentes sanitarias.