Madrid, Agencias

¿Qué puede llevar a una familia a convivir durante más de una semana con los cadáveres de tres de sus miembros? Ésta es la macabra situación con la que se encontró la Policía en localidad de San Martín de Valdeiglesias. Una mujer y sus tres hijos estuvieron entre siete y doce días con los cuerpos del padre y dos hijos -P. K. L., de 46 años; C. Y. L., de 9 años; y C. J. L., de 4- supuestamente fallecidos por una intoxicación alimentaria, según las primeras hipótesis de los investigadores, que reconocen que las pesquisas están en pañales.

La mujer y los niños fueron atendidos por los psicólogos de la Guardia Civil para evaluar su situación y ayudarles a aceptar la pérdida de su padre y hermanos. Los agentes esperan poder tomar declaración a los hijos -Y. J. L, de 14 años; I. P. L., de 11, y C. R. L., de 6- cuando hayan recibido al alta médica. Ahora se encuentran bajo la tutela y cuidados de la Comunidad de Madrid mientras su madre -S. F. C., de 44 años- sigue ingresada en el Hospital Fundación de Alcorcón.

Aunque los primeros datos indican que los tres muertos, cuyos cadáveres se hallaron el pasado jueves en avanzado estado de descomposición en un chalé de San Martín de Valdeiglesias, podrían haber fallecido por una intoxicación alimenticia, fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid no descartan otras hipótesis, como la enfermedad, hasta que lleguen los primeros resultados de las autopsias practicadas este viernes en el Instituto Anatómico Forense. «Seguimos con todas las líneas de trabajo abiertas», explicó un portavoz de la Guardia Civil. No obstante, las pruebas complementarias de toxicología no se conocerán hasta la semana que viene.

La delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, ha dicho hoy que la convivencia durante días de una mujer y tres de sus hijos con los cadáveres de su marido y de sus otros dos hijos es un hecho que «se inscribe en los grandes misterios de la mente humana». Por su parte, el defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, ha pedido prudencia y ha animado a la sociedad a preguntarse «qué ha pasado para que una sociedad entera no perciba que una familia sufre estas circunstancias».