La Corte de apelación de Leeuwarden (Holanda) condenó ayer a 12 años de prisión a dos hombres por haber transmitido el virus del sida a cuatro personas en varias orgías homosexuales en su domicilio, inyectándoles sangre contaminada tras suministrarles sustancias estupefacientes. Peter Mulder y Hans Jurgens habían sido condenados a nueve y cinco años de cárcel en primera instancia en 2008, pero en la apelación el tribunal ha decidido elevar las penas hasta los 12 años, al considerar que había «voluntad de causar graves lesiones», según medios locales.