Londres, Agencias

Dos hermanos de 11 y 12 años han sido condenados a un mínimo de cinco años de internamiento por un tribunal de Sheffield (Reino Unido) tras una salvaje agresión a dos pequeños de su localidad, a los que torturaron y de los que abusaron sexualmente hasta que creyeron que habían muerto.

«El hecho es que esto fue una violencia prolongada, sádica y sin otra razón que el hecho de que disfrutasteis haciéndoles daño y humillándolos», dijo el juez Justice Keith a los hermanos, que según los medios británicos proceden de un hogar desestructurado. Al parecer, uno de los acusados fumaba cannabis desde los 9 años con el consentimiento de su padre.

El pasado 4 de abril, los agresores, que por entonces tenían 10 y 11 años, condujeron a sus dos víctimas -dos escolares de 9 y 11 años (tío y sobrino) que jugaban en un parque- a un lugar aislado, donde durante 90 minutos les sometieron a todo tipo de violencia y humillaciones de carácter sexual, que fueron en parte filmadas.

Entre los árboles, les robaron, les golpearon con ladrillos, les obligaron a comer ortigas, les desnudaron y les forzaron a mantener relaciones sexuales entre ellos. «Estoy seguro de que tenéis un riesgo muy elevado de hacer mucho mal a otros», ha dicho el juez, indicando que sus actos podrían «emparentarse con la tortura».

Según el diario «The Guardian», los agresores dejaron a sus víctimas cubiertas de sangre, medio desnudos y gravemente heridos, tirados junto a un río. El niño más pequeño logró llegar a unas casas cercanas y pedir ayuda. Según la Policía, el otro crío estuvo a punto de morir.

Los hermanos acusados de tal brutalidad no mostraron ningún tipo de emoción cuando se leyó la sentencia. «¡Malditos pequeños bastardos, espero que alguien os haga lo mismo a vosotros!», les gritó la madre de la menor de las víctimas cuando los condenados se iban.

El pequeño aún sigue arrastrando las secuelas de la agresión. Según el «Daily Telegraph», sigue sufriendo una gran ansiedad por el ataque e, incluso, sentido de culpa por haber abandonado al otro menor para ir a pedir ayuda.

El impactante suceso ha causado una honda conmoción entre la sociedad británica.