Londres, Agencias

Un joven de 17 años ha sido condenado en Liverpool por homicidio tras la muerte de su hija: un bebé de sólo siete semanas al que mató en un arranque de ira mientras le daba de comer en el hospital.

Joshua Bacon tiene 17 años y vive en uno de los suburbios de Liverpool. Los hechos ocurrieron el 12 de enero en el hospital donde la niña estaba ingresada por una infección de orina. Al padre le tocaba darle la comida pero el bebé no hacía caso. Nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió después. El asesino niega los hechos: dice que la niña no tragaba y que hubo un momento en el que desistió y se puso a ver la tele. Sólo después de unos minutos vio que su rostro estaba blanco y llamó a las enfermeras. Una versión insostenible a la luz del cuadro médico de la niña, que incluía 13 costillas rotas y las dos piernas fracturadas y heridas y moratones similares a los de un accidente de tráfico. Según el informe forense, Joshua Bacon sacudió a su hija como a un guiñapo.