Las Palmas, P. G.

El «preferido» de Fernando Torres tiene 13 años y su declaración ante la Policía es estremecedora. Desde hace año y medio el karateca abusa de él tres días por semana. «Soy católico, apostólico y romano, y le pedía a Dios que todo esto se acabara», explicó a la Policía, no sin antes advertir: «Yo le tengo mucho miedo a Fernando cuando se enfada. No le diga nada, por favor». «En una ocasión estuve a punto de contárselo a mis padres, pero no me atreví. Otros chicos mayores no se atrevían y tenía miedo», declaró el niño.

Fernando estaba «encaprichado» con él. «Era una fijación, cada vez que iba a kárate lo hacía subir a la habitación», explicó un menor al juez. Baena fue detenido el 4 de febrero.

Cuando al menor le preguntaron por los últimos abusos, declaró: «El miércoles (3 de febrero)». Rompió a llorar y acabó abrazado a los policías.