El mierense de 35 años acusado de mantener relaciones sexuales completas con su novia de 13 años aceptó ayer una condena de seis años de prisión y once de alejamiento en el juicio seguido contra él en la Audiencia Provincial de Oviedo. La Fiscalía, que pedía diez años de cárcel, llegó a un acuerdo de rebaja de condena con la defensa al reconocer el acusado los hechos y aplicar la atenuante analógica de deficiencia psíquica, ya que informes forenses constataron que padece una deficiencia intelectual que le limitó el entendimiento.

El hombre ya ingresó en el centro penitenciario de Asturias el pasado mes de agosto por reiterados incumplimientos de la orden de alejamiento de la menor. Según explicaron familiares de la niña, "iba todos los fines de semana al centro de menores en el que ella estaba, y se escapaban juntos", aseguraron a la puerta de la sala de vistas.

El ahora condenado tiene pendientes otros juicios, siempre según la familia de la menor, que fue la que denunció los hechos al descubrir la relación. Según su relato, la última denuncia la interpuso la propia niña la última vez que se vieron, porque presuntamente abusó de ella. Eso fue lo que provocó el ingreso definitivo del hombre en la cárcel, según la versión de estas familiares.

También relataron que el ahora condenado y la madre de la niña se conocían porque habían ido al colegio juntos, pero que no habían mantenido ningún tipo de contacto desde entonces. Y la pareja se conocía "del pueblo". Pero nadie sospechaba de su relación, que se había iniciado en noviembre de 2014. El hombre tenía entonces 32 años y la niña 13.

En enero de 2015, según la acusación de la Fiscalía, tuvieron su primera relación sexual completa, plenamente consentida por la niña. Desde entonces hasta el inicio del verano de 2015, y desde septiembre de 2015 hasta enero de 2016, continuaron manteniéndolas.