Avilés, Elisa CAMPO

Antonio Saura, productor de cine, estuvo ayer en Avilés en el curso de escritura para televisión de la Universidad de Oviedo. De familia de artistas, hijo de Carlos Saura, el director, y sobrino del otro Antonio Saura, el pintor, se mostró deseoso de aportar su experiencia a la cantera de guionistas.

-Siempre ha tenido gran vinculación con la docencia.

-Creo que es algo fundamental. Muchos defienden la escuela de la vida, pero yo no veo enfrentamiento entre la escuela de la vida y la educación. La segunda te ahorra mucho tiempo, la primera te da muchas tortas.

-A los alumnos les habló del productor. ¿Cómo lo define?

-El productor de cine o de televisión es alguien que tiene que luchar por un sueño y que sea rentable. Tiene que buscar talentos, darle dimensión financiera al proyecto y acompañarlo para que termine siendo un éxito.

-¿Hay vocaciones?

-En los últimos seis o siete años en España surgió una generación estupenda de productores que además siguen caminos propios. Y también se incorporaron empresarios de televisión. Hay cantera, pero no sé si hay dinero.

-¿Y del resto de profesionales? Léase guionistas, actoresÉ

-El cine español tiene profesionales de todo tipo. Es un negocio muy elitista en donde todo el mundo quiere trabajar con los mejores. Cada vez hay mejor cantera de actores y de técnicos. Muchos vienen de la maravillosa escuela de la televisión.

-Hay voces que opinan que el cine español descenderá el número de producciones.

-Si en Argentina se hacen 50 películas al año, no me parece mal que nosotros hagamos 120. El problema es que las legislaciones, muchas veces, ponen trabas. Está muy bien hacer 120 películas, pero no sé si todas tendrían que estrenarse en el cine. Tanto la industria del cine como la de la televisión son en realidad de muy pocos éxitos y muchos fracasos, pero los éxitos compensan y pagan los fracasos. No podemos dejar de hacer películas, eso significaría que vendrían todavía más producciones americanas.

-Hollywood aún es la mecaÉ

-Y todos los jugadores de baloncesto quieren ir a la NBA. El negocio mundial del audiovisual es el de los grandes estudios norteamericanos. Entiendo que hay gente que prefiere ser cola de león que cabeza de ratón. Hay un sueño de Hollywood, allí se hacen muchas películas y de gran presupuesto. Y efectivamente el dinero que hemos invertido otros lo aprovechan, estamos formando a emigrantes de lujo, y me parece genial si vuelven. No podemos ocultar que en torno al 88 por ciento del negocio audiovisual mundial está en EE UU. Tienen la publicidad, el dinero, la distribución, y hacen muy buen cine.

-¿Y Asturias?

-La televisión autonómica está teniendo gran éxito, en un año se ha colocado en unos índices de público que ya quisieran algunas de las nacionales. En cuanto al cine asturiano, soy gran admirador y amigo de Gonzalo Suárez. Tiene que hacerse más cine aquí porque hay talento y existen historias y muy buena literatura. Nosotros hemos comprado los derechos de adaptación de «El tiempo de los emperadores extraños», de Ignacio del Valle.

-¿Asturias puede hacerse un nombre en esta industria?

-Sí, ¿por qué no?

-¿Qué proyectos tiene ?

-En Zebra tenemos una película, «Agallas», con dos actores nuevos, aunque no jóvenes, y una epopeya de la aventura de los jesuitas en China en el siglo XVII que espero rodar a finales de mayo, «El manuscrito Ricci».