Desde hace varios días la audiencia de Sálvame asiste, entre fascinada y horrorizada, a la última baza que ha intentado explotar el programa para conseguir recuperar la audiencia que le han robado formatos como Pasapalabra, que hasta hace dos días se emitían en Telecinco pero que han pasado con gran éxito a Antena 3. La productora del programa por excelencia de las tardes de Mediaset ha decidido impulsar un nuevo concurso dentro de las cinco horas que dura a diario Sálvame para que la audiencia se quede y no se le vaya a Pasapalabra. Se trata del formato “Quiero dinero”. Un concurso en el que uno de los colaboradores de Sálvame se sienta en una silla a hacer cualquier cosa (sí, cualquier cosa) por dinero. Desde quemar fotos de examigos hasta robar trabajo a compañeros. Cualquier cosa por la pasta.

Pero lo que tuvieron que vivir los espectadores la pasada semana ya rozó el mayor esperpento y fue más que criticado en redes sociales. Después de que se insinuara que Lydia Lozano había tenido problemas con Hacienda y que debía mucho dinero la colaboradora del formato (una de las más queridas por la audiencia) abandonaba el plató llorando y presa de un ataque de ansiedad.

Los espectadores pudieron ver como sus compañeros no sólo no la ayudaban sino que iban más allá tratando de picar a Lydia para ver si finalmente estallaba. Y lo hizo. Le dio un ataque de ansiedad en directo. En vez de parar el espectáculo todos los espectadores pudieron escuchar como el director del formato decía “que venga para acá que no llega la cámara hasta donde está, que se vea”. Dando a entender que en ese momento no interesaba que Lydia estuviera bien o mal sino que se viera al otro lado de la pequeña pantalla.

Y es que la audiencia del último tramo de Sálvame, la que ha conseguido robar Pasapalabra, es casi la más importante de todas. ¿La razón? Que es ahí donde se concentran los espectadores que luego se quedan a ver el informativo. Es lo que coloquialmente se conoce como la “audiencia de arrastre”. No en vano tengan la audiencia que tengan los programas lo que le interesa a las cadenas es poder presumir de que sus formatos están más que bien situados en lo que a informativos se refiere. Da “caché” y prestigio que los tuyos sean los informativos más vistos de todo el panorama nacional. Y más viendo que la competencia es más que dura en este aspecto.