Pablo Díaz es ya uno más en la casa de miles de millones de españoles. Es lo que tiene convertirse en uno de los concursantes más queridos de la pequeña pantalla. Cada tarde cientos de miles de personas se dan cita frente a la pequeña pantalla para ver ganar a este violinista (que les cae bien a muchos y mal a otros cuantos) y para ver si se lleva el gran bote del programa que roza el millón y medio de euros. Aún no lo ha logrado pero las apuestas están altas. Todo el mundo sabe del potencial de Pablo Díaz. No obstante su participación hasta ahora en el programa (como es evidente) no ha salido gratis. El joven lleva decenas programas participando en el Pasapalabra: se graban varios al día.

Pero el joven extiende su fama a redes sociales. Hace días una foto suya con una amiga superó más de un millar de "me gustas". "Hacéis muy buena pareja", le llegaban a decir.

Si tenemos en cuenta que cada uno dura una media hora podríamos dividir el total de lo que gana Díaz y nos daría una cifra nada desdeñable: el violinista gana con sus conocimientos unos 988 euros por programa. Si aplicamos la misma regla de tres y vemos que cada uno dura una media hora la cuenta es sencilla: 32 euros por minuto.

Pero esta cantidad podría crecer si Pablo consigue completar el rosco, algo que ha hecho muy poca gente pero que no es nada descartable. No en vano el bote del concurso actualmente se sitúa en más de un millón de euros. Si Pablo lo gana abandonará la próxima semana su paso por Antena 3 con casi millón y medio de euros bajo el brazo. Una nueva cuenta nos permite darnos cuenta de que entonces habría ganado durante su paso por Atresmedia casi 400 euros cada minuto.

Pablo Díaz ha conseguido convertirse en uno de los concursantes más populares de Pasapalabra. Y eso que hace días muchos se sintieron heridos en su orgullo y hasta engañados cunado se dieron cuenta de que el joven no conseguía llevarse el bote del programa a pesar de que lo habían anunciado casi como seguro. Pero ¿qué llevó a Pablo a presentarse al casting del programa? Pues fue una persona muy cercana a él y muy querida: su abuela. En una entrevista concedida recientemente a la web de Antena 3 el joven que participa en el concurso más importante de la televisión y que podría llevarse 1,3 millones de euros confesó que veía el concurso con ella y que por eso se presentó, casi en su homenaje.

Pero muchos aseguran que Díaz tiene una estrategia para llevarse el bote. Es bien sencilla: sabe que quién cometa más fallos no pasa automáticamente al programa siguiente por lo que lo hace es dejar correr el tiempo hasta que se acaba y así se asegura tener más respuestas acertadas que su rival. El hecho de que sea un concurso debería hacer a todo el mundo entender que se pude tener estrategias. Pero no es así. "Eso es jugar sucio, ojalá te echen", decía un espectador en las redes sociales en las últimas horas. En Twitter, por ejemplo, se ha montado un gran debate sobre la actitud de Diaz.

Algunos en los últimos días han dudado de sus conocimientos. Pero hay un vídeo de su intervención en Zapeando que circula por redes sociales y que da un auténtico "zasca" a quién no confíe en el joven.

¿Que un concursante pase mucho "palabra" significa que está ante un rosco más difícil? ¿El programa "premia" a sus concursantes favoritos dándoles preguntas más fáciles? Orestes, uno de los jóvenes más conocidos del concurso más visto de la televisión en España respondió hace días en Twitter a estas y otras preguntas. Y lo hizo con contundencia.

Lo cierto es que sus roscos en algunas ocasiones llegan a ser de "infarto". Varias veces ha estado a punto Orestes de llevarse el premio gordo del programa. En muchas ocasiones lo perdía por un solo fallo. De hecho los roscos más comentados fueron los que durante meses le enfrentaron a Jero, su gran rival. Un trabajador de la Universida de Salamanca al que muchos cogieron también cariño. De hecho esos roscos de enfrentamiento siempre fueron los más vistos.

Y todo sin que le mueva ni un poco de su objetivo la gran cantidad de rumores de favoritismo lo que demuestra también que Orestes está hecho de una pasta especial que impide que todas esas críticas le acaben haciendo daño (que es muchas veces lo que buscan quienes atacan en redes sociales).

En otras ocasiones los que fallan no son los concursantes, sino que son los famosos a los que se invita durante la primera parte de este formato de las tardes de Mediaset. ¿Te has perdido la simpática confusión que tuvo hace meses por ejemplo Marta Torné? La famosa actriz visitó Pasapalabra y se equivocó en una palabra. Se lo tomó con humor pero despertó muchas risas en el plató de Telecinco. En este artículo puedes ver lo que sucedió (y como reaccionaron los que estaban en plató).

Pasapalabra lleva años siendo uno de los concursos más vistos y valorados de la televisión. Ya cuando hace años se estrenó en la pequeña pantalla en nuestro país de la mano de Antena 3 el formato consiguió grandes datos de audiencia. Tanto que Telecinco se fijó en el concurso y lo compró y empezó a emitir después de Sálvame y antes de su informativo de noche. Sin embargo una demanda de la productora que tiene los derechos de emisión de este formato a nivel internacional hizo que la principal cadena de Mediaset tuviera que dejar de emitir Pasapalabra hace varios meses. El concurso salió a “concurso” nunca mejor dicho y fue Atresmedia la que se hizo con los derechos.

La jugada le salió bien a Antena 3 por dos razones: la primera porque gracias a este programa puede presumir de haber hecho récords de audiencia (de hecho en el mes de enero estuvo a punto de ganarle la batalla a Telecinco de audiencia después de casi dos años de reinado de Mediaset). Pero la importancia de Pasapalabra va más allá Y es que el concurso se emite apenas unos minutos antes del informativo de la noche. Y todas las cadenas quieren liderazgo de audiencia en esa franja para poder presumir de que sus informativos son los más vistos.