La ruptura de Vicky Martín Berrocal y Joao Viegas Soares el pasado mes de febrero después de cuatro años de amor en los que la diseñadora consiguió la estabilidad soñada e incluso comenzó una vida al lado de su pareja en Portugal, supuso una sorpresa mayúscula para propios y extraños.

Sin entrar en detalles sobre los motivos de su separación, Vicky reaparecía en un evento publicitario recientemente y, sin una mala palabra para su exnovio, dejaba la puerta abierta a una hipotética reconciliación con el empresario portugués: "Nunca se sabe. ¡Si está para ti, ni aunque te quite. Si no está para ti, ni aunque te ponga'. Ojalá eso, ojalá lo que tenga que venirme, pero que me emocione y que lo sienta" confesaba la andaluza.

Tras estas declaraciones, Vicky ha alimentado los rumores de una segunda oportunidad con Joao viajando hasta Lisboa - como compartió en sus redes sociales - para reencontrarse con él y con su mascota, una preciosa cachorrita llamado Tara, a la que como ha revelado echa muchísimo de menos desde que regresó a España hace casi dos meses.

Un viaje que ha desatado las especulaciones sobre una hipotética reconciliación entre Vicky y Joao sobre la que la diseñadora guarda silencio y sobre la que le hemos preguntado a su hija, Alba Díaz. Con una sonrisa y la discreción que la caracteriza, la influencer ha evitado pronunciarse sobre la escapada de su madre a Portugal y, asegurando que "yo soy yo y mi madre es mi madre", ha dado la callada por respuesta: "Es como si le preguntas a un manzano que por qué no te da peras, pues lo mismo".

Una reconciliación sobre la que Alba no 'se moja', dejando en el aire si le gustaría que su progenitora retomase su historia de amor con Viegas Soares: "Lo que me encanta es el sol de Madrid y el tiempazo que hace, no puedo estar más contenta. Me hace sentir tan feliz."

Y si la influencer no ha querido hablar sobre la vida privada de su madre, tampoco lo ha hecho sobre la de su padre, Manuel Díaz 'El Cordobés', y su sorprendente acercamiento a su progenitor, Manuel Benítez, después de que el legendario torero se negase siquiera a escuchar el nombre de su hijo ilegítimo: "Él también, mi padre es mi padre y yo soy yo" ha asegurado, confesando que "no soy muy de hablar la verdad porque estas cosas me ponen muy nerviosa".