Llega Mikel a Pasapalabra y se produce el cambio: la Silla Azul que Óscar no va a olvidar

Su objetivo en el caso de ganar el bote es regalarse un buen viaje porque el último que realizó tuvo una experiencia accidentada

Llega Mikel a Pasapalabra y se produce el cambio: la Silla Azul que Óscar no va a olvidar

Llega Mikel a Pasapalabra y se produce el cambio: la Silla Azul que Óscar no va a olvidar

El equipo azul ha comenzado el nuevo programa de Pasapalabra sin concursante. Óscar ha tenido que volver a ganarse el puesto tras su última derrota en El Rosco, en el que Moisés se quedó a una sola letra de conquistar el bote. El riojano dejó a todos en vilo al conseguir 24 aciertos, pero no pudo rematar esa obra de arte por culpa del apellido de un pintor.

De esta forma, Óscar ha pasado por la Silla Azul y se ha enfrentado en esa prueba contra Mikel. El aspirante, que llega desde Pamplona y trabaja como desarrollador y analista de medio ambiente, ha llegado con una gran sonrisa, pero también con una anécdota que ha puesto a todos la piel de gallina, especialmente a quienes son padres. Su objetivo en el caso de ganar el bote es regalarse un buen viaje porque el último que realizó tuvo una experiencia accidentada.

Mikel ha explicado que fue a París con su mujer y su hija, de 7 años, y que tuvieron un episodio de mala suerte nada más llegar, cuando iban a coger el metro. La niña se metió dentro de un vagón… pero él y su mujer se quedaron fuera: “Se nos cerraron las puertas y vimos cómo se iba”. Roberto Leal, empatizando con él, se ha quedado alucinado por este angustioso momento, que se quedó en susto.

Roberto Leal ha querido mandar un beso a la hija de Mikel y. tirandod el sentido del humor que le caracteriza, ha recomendado al aspirante que "se quede una temporadita en casa". Y es que para colmo, el viaje de Mikel y su familia terminó con una huelga de trenes que les complicó el regreso a casa.

Un error que vale un bote

La montaña rusa de Pasapalabra es estar un programa al borde se ganar un bote millonario y, al siguiente, sufrir para evitar una Silla Azul. Moisés ha vivido esa vorágine de emociones en El Rosco, con Óscar apostando por plantarse con 22 aciertos.

La prueba ha estado muy igualada, con mínimas diferencias que les han hecho a uno y a otro ir por delante en el marcador en distintos momentos. Al terminar la primera vuelta, Óscar ha estado más certero. Tomando la iniciativa, ha llegado hasta las 22 letras en verde y, dejando pasar los pocos segundos que aún tenía, ha decidido trasladar toda la presión a su rival.

El reto para Moisés, ya a solas con Roberto Leal, ha sido de cuatro aciertos para empatar. Parece asequible pero cada tarde es una aventura y ésta se le ha complicado al fallar el “sacramento de la Iglesia católica con que se revalida la condición de cristiano adquirida por el bautismo”. El error ha sido un pecado con el que ha tenido que pagar la penitencia de una remontada, ahora sí, muy difícil.