Pasapalabra desvela el futuro de su Moisés: "Riesgo de tener que abandonar"

“Es un bote llegar a tantos programas”

Pasapalabra desvela el futuro de su Moisés:  "Riesgo de tener que abandonar"

Pasapalabra desvela el futuro de su Moisés: "Riesgo de tener que abandonar"

Moisés y Óscar han puesto a prueba sus reflejos en El Rosco. Nunca mejor dicho porque esa palabra, reflejo, ha sido una de las claves del duelo, el número 127 entre los dos. El desenlace ha sido de foto finish tras una prueba muy igualada que ha mantenido el suspense hasta la última respuesta.

Ambos se han quedado sin opciones de ganar el bote, de 1.654.000 euros, tras cometer un error. El primero en tropezar ha sido Óscar, al que le ha fallado ese “reflejo” en la R. Al terminar la primera vuelta, ha sido el detalle que ha marcado la diferencia entre los dos pues han empatado a 18 aciertos tras la Z.

Sin embargo, los marcadores se han igualado también en cuanto a errores por una pirueta fallida de Moisés en la P: su “pino” tenía que ser “plancha”, eso le ha dejado ‘planchado’ justo al afrontar el desenlace.

Con los dos concursantes tan igualados, el final se ha decidido por detalles. 

Finalmente, tal y como cuenta el propio programa a través de su cuenta oficial en la red social X (antigua Twitter), "¡Se produce un empate! @LaGuardiaMoises toma la decisión de plantarse y no arriesgarse por miedo a acabar en la silla azul con el consiguiente riesgo de tener que abandonar".

Un campeón bicentenario

Moisés  se ha convertido en un auténtico veterano, enfrentándose a Óscar, que recientemente también celebraba su centenario. “Es un bote llegar a tantos programas”, ha asegurado Moisés, orgulloso de lo que ha conseguido y con ganas de seguir. Para el concursante, poder jugar cada día es un honor y, sobre todo, se queda con los buenos ratos.

Sin embargo, no puede evitar tener presente el bote en su programa 200. “Da un poco de importancia”, ha advertido, recordando las 8 ocasiones en las que se ha quedado a una letra del gran premio. Un solo acierto le habría cambiado la vida y, aunque los recuerda todos con claridad, el fallo que más le dolió fue la definición de “jarra”, tras la cual acertó todo el Rosco.

Moisés tiene claro que los errores también son parte del proceso y le han hecho disfrutar de 200 días junto a unos rivales increíbles. “Me dolió bastante cuando se fue Fer”, ha confesado, rememorando una de las mejores etapas de Pasapalabra. A pesar de su timidez, Moisés se lleva grandes amigos del programa, como su todavía rival Óscar, con quien dice que es un lujo competir, o el gran Orestes, que se ha preocupado por si el riojano liga más desde que está en Pasapalabra.