Las Humanidades "tiran para atrás" a muchos jóvenes en edad preuniversitaria, más animados a cursar carreras de Ciencias que a dedicar sus esfuerzos al mundo de la Literatura, la Filosofía o la Geografía. "No está muy de moda", reconoce la decana de Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo, Cristina Valdés. Y, por eso, en este centro llevan años dándole vueltas a una posible solución a esa barrera de miedo que contiene a los alumnos.

Esa solución se les ha presentado en forma de Campus de Humanidades, una iniciativa singular, que se pone en marcha por primera vez en Asturias en el escenario de la Facultad de Comercio de Gijón, ubicada en La Laboral, y que, como apunta la decana, "es pionera también en España". De lo que se trata es de hacer ver a los alumnos de cuatro curso de la ESO y de primero de Bachillerato que las Humanidades también son posibles, accesibles y divertidas.

Desde ayer y durante toda esta semana y la que viene un total de 34 estudiantes tienen la oportunidad de comprobar que el Arte y la Música, la Arqueología y la Geografía, la Literatura y la Escritura creativas o la Filosofía y el Lenguaje, los grandes bloques sobre los que se estructura el Campus, son igual de interesantes o mucho más incluso que otros campos del conocimiento.

Tal y como explica Cristina Valdés, las actividades se estructuran en sesiones de mañana y tarde. En las de mañana se abordarán cuestiones como el trabajo en equipo, las presentaciones orales o cómo hablar en público, el debate, la comunicación verbal y la no verbal, la lectura comprensiva, la comunicación escrita o el comportamiento ético. Materias todas ellas en las que "detectamos alguna carencia en la Universidad, y por eso consideramos importante reforzarlas".

Por las tardes se trabaja sobre cuestiones como "Los símbolos artísticos", "Vivir y habitar la ciudad", "Leer para escribir; escribir para leer", "El lenguaje del pop y del rock", "La arqueología, un auténtico hallazgo" o "Cerebro y comunicación". Los alumnos han elegido dos bloques en los que ahondarán hasta finales de la próxima semana, y que les ofrecerán una ventana a un panorama humanístico variado y entretenido, con un aprendizaje "activo y dinámico".

Porque, como señala Cristina Valdés, "no podemos olvidar que se trata de adolescentes en verano, y que el Campus tiene una cierta carga de exigencia". Por el momento las sensaciones están siendo "muy buenas". En Gijón se hace cantera.