Manel Armengol captó en 1976, un año clave en la Transición (el franquista Carlos Arias Navarro ocupó hasta julio la presidencia del Gobierno), una foto que se ha convertido en una imagen icónica de aquellos meses críticos. Un grupo de ciudadanos es apaleado en el suelo por varios antidisturbios, los "grises" de entonces. Eran tiempos en que las libertades de expresión, manifestación y opinión constituían aún un desiderátum. Otro fotógrafo, el premio "Pulitzer" Javier Bauluz, se preguntaba ayer cómo ha cambiado la situación y en qué dirección desde aquella fecha, cuando España se jugaba un futuro democrático, y ahora mismo. Y ese va a ser el tema central de la décima novena edición del Encuentro Internacional de Foto y Periodismo, que comienza hoy en Gijón, en el antiguo astillero de Naval Gijón, coincidiendo con la celebración de la "Semana negra".

"Hay un recorte de libertades fundamentales", aseguró Bauluz, quien avisó de los problemas que trae la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como "ley mordaza", a los profesionales de la información. "El 90 por ciento de las fotos que hacemos ahora pueden ser castigadas con multas de hasta treinta mil euros", explicó el reportero asturiano, para quien hasta editorialistas de importantes cabeceras internacionales han avisado de que con la nueva legislación, aprobada en solitario por el Gobierno de Mariano Rajoy, se ha puesto en marcha un regreso "a los oscuros tiempos del franquismo".

La gran exposición de las jornadas de este año se titulará precisamente "Libertades y mordazas". A ese recorrido gráfico por la España de los últimos cuarenta años, de 1976 a ayer mismo, han aportado sus imágenes destacados fotoperiodistas. Junto a Manel Armengol, estarán Andrés Kudacki (premio "Picture Year"; Álvaro Minguito, de la agencia Disopress; José Palazón (premio "Ortega y Gasset" de este año); Antonio Ruiz, uno de los fotógrafos que mejor ha cubiero los conflictos de la valla de Melilla; Pedro Armestre (premio "Rey de España" de Periodismo); Alex Zapico, de Pensar Consulting; Juan Medina (premio "World Press Photo") y el citado Javier Bauluz, que es también director de "Periodismo humano".

Estas jornadas internacionales, que se organizan desde hace cuatro años con un recortado presupuesto de 22.000 euros, incluyen varias conferencias y debates. Por ejemplo, Falo Marcos hablará de las tres décadas de Radio Kras, emisora libre amenazada con una fuerte multa de hasta 200.000 euros. El mencionado Antonio Ruiz dará una conferencia con un acertado título, "A pie de valla". Pocos fotoperiodistas españoles han contando con tanto rigor el problema humanitario en la frontera sur de la UE. Juan Carlos Tomasi y Mar Padilla, ambos de Médicos Sin Fronteras hablarán de algunos conflictos olvidados. Álvaro Minguito explicará qué supone fotografiar los movimientos sociales. El párroco de Entrevías, en Vallecas (Madrid), acercará "los derechos de los nadies", mientras que Manuel Armengol repasará su trabajo como fotoperiodista en aquel año de 1976. A esa lista hay que añadir a la asturiana Carmen Bascarán, a quien se le ha concedido el Premio Nacional de Derechos Humanos de Brasil y que participará en una de las dos mesas redondas programadas: "Derechos humanos, libertad de expresión y de manifestación".

Bauluz hizo resaltar ayer las dificultades que tenían fotógrafos como Armengol para acercar el objetivo a los conflictos de los que debían informar. "Igual, a partir de esta 'ley mordaza", nosotros tenemos que pasar también a la clandestinidad para informar de lo que sucede". El premio "Pulitzer" ironizó con futuras manifestaciones en las que, para evitar las sanciones, protestarán los hologramas de los ciudadanos. El director del encuentro, una plataforma de reflexión ciudadana, hizo una llamada perentoria al conjunto de la profesión periodística: "Tenemos que actuar para seguir cumpliendo con nuestra función, que no es otra que la de informar de lo que pasa".