No son sólo los cuélebres y las xanas. Es verano y, a menudo, las ganas de descansar y disfrutar van acompañadas de ideas falsas, pero muy arraigadas, sobre el modo de hacerlo. Cómo se toma el sol, qué se ha de beber, qué precauciones deben adoptarse para meterse en el agua... Si se quiere evitar sustos que arruinen nuestras vacaciones, conviene desterrar prácticas erróneas. Ingeborg Tartiere, médica del centro de salud de San Claudio, desmonta algunos mitos del verano astur.

1 Si está nublado no hay que protegerse del sol. Aunque en Asturias solamos tener más días nublados que soleados, hay que protegerse igualmente del sol. La radiación ultravioleta atraviesa las nubes y se impone usar cremas de protección solar. “No es el mismo sol que en Andalucía, pero el sol sigue estando y hay que protegerse igual. También es un gran mito que no hay que protegerse del sol en invierno”, asegura Ingeborg Tartiere, médica del centro de salud de San Claudio (Oviedo).

2 La sidra deshidrata menos que otras bebidas alcohólicas. Ahora que estamos en época de fiestas de “prao”, a algunos puede parecerles que la sidra es la mejor opción para no deshidratarse. Aunque sí es cierto que figura entre las bebidas con menos graduación y que es una sustancia muy natural, no es verdad que deshidrate menos que otras bebidas alcohólicas. Además, conviene tener cuidado si hace calor, pues resulta más probable que pueda írsenos la mano en el escanciado. “Si la gente bebe más cantidad, al final la acumulación de alcohol es la misma que si se opta por otra bebida más fuerte”, asegura la doctora Tartiere.

3 Cuando se está moreno, ya no hay que protegerse del sol. Hay quien piensa que al estar moreno no es necesario cubrirse tanto del sol como cuando empieza el verano. Lo cierto es que al tratar de broncearnos siempre agredimos la piel. En la carrera por ponerse moreno, los hay que entienden que no echarse crema permite coger color más rápido. “Si no te echas crema, te haces quemaduras y te pelas. En realidad, no sirve para nada”, afirma Ingeborg Tartiere.

4 Hay que esperar una hora antes de meterse en el agua después de comer. Esta frase es muy típica de las madres pero, al igual que la supuesta pérdida inmediata de vitaminas del zumo, no es cierta. La clave no son las horas de espera tras la comida, sino no meterse en el agua bruscamente. “Si el agua está muy fría y te tiras de golpe sí que puede darte un corte de digestión”. La doctora también recomienda tener cuidado con el sol después de comer: “Es igual de malo, o incluso peor, ponerse a tomar el sol si has comido mucho”, advierte Ingeborg.

5 Las personas mayores tienen que beber más líquidos que las jóvenes. Es cierto que las personas mayores se deshidratan con más facilidad, pero esto no quiere decir que tengan que beber más que la gente joven. “No es que los mayores tengan que hidratarse más, pero sí tienen que beber la cantidad adecuada. Muchas veces, no lo hacen y hay que insistirles”.

6 Todas las cremas sirven para protegerse del sol. Puede que al principio nos parezca que nos ponemos más morenos, pero lo importante es protegerse bien del sol porque, además de limitar el riesgo de desarrollar enfermedades, algunas graves, el moreno también durará más. “Sólo protegen las cremas que tienen una factor de protección alto, de más de treinta. Los factores de protección pequeños no sirven para nada”, asegura la médica del centro de salud de San Claudio.

7 Hay que perder peso en verano. La famosa “operación bikini” hace que tratemos de adelgazar los meses anteriores al verano con demasiada rapidez, algo muy poco saludable. Si queremos estar en forma, debemos mantener una actividad constante durante todo el año. En verano “hace más calor y debemos alimentarnos correctamente”. Es recomendable tomar más frutas y verduras porque “solemos perder más agua en verano y en esta época las comidas copiosas son más perjudiciales”, especifica Tartiere.

8 No hay que preocuparse las orejas al tomar el sol. Sin duda, a la hora de protegernos del sol, las orejas son las eternas olvidadas. “Puede parecernos que no son tan importantes, pero la piel es exactamente igual que en el resto del cuerpo. A veces, incluso están más expuestas y hay muchos cánceres de piel en esa zona”.

9 Con lunares, no tome el sol. Si tiene la piel blanca y muchos lunares no tiene porque esconderse del sol. “Es cierto que hay que tener más cuidado, pero utilizando la protección adecuada no tiene por qué haber ningún problema”, concluye Ingeborg Tartiere.