E l surf es uno de los deportes del verano en Asturies. Aficionados a esta práctica inundan las playas de este a oeste de la costa verde. Muchos son expertos en la materia, otros están aprendiendo y los menos ni son expertos ni están aprendiendo. En ese último apartado podemos incluir al típico turista subpajariano, es decir, ese ser que procede del mundo que existe tras cruzar el Negrón. Algunos piensan que por escuchar "Surfin' Safari" de los "Beach Boys" ya saben todo lo que hay que hacer para subirse encima de la tabla y caminar sobre las olas. Eso sí, no dudarán en comprarse el mejor traje de neopreno con tal de presumir en la arena y luego adentrarse en la mar y tragar bien de agua. Todo queda muy bien, pero el surf, palabra de profano en la materia, requiere un calentamiento, unos ensayos y unas clases previas antes de lanzarse a la mar. Escuelas de surf hay decenas en toda Asturias y solo en Salinas, en Castrillón, hay seis. "Surfin' Safari" habla de amantes de las olas, de las tablas, de un viaje a la playa, de Malibú, en California. Eran los tiempos de la música surf, que los "Beach Boys" encabezaron desde los primeros años sesenta. Con giros psicodélicos en buena parte de su discografía, los californianos cantaban a su pasión con un ritmo netamente veraniego que no se ocupaba de esos surfistas de interior, con tabla y neopreno. Algunos les llaman Bodhi, pero eso es otro debate.
