Chinches en casa: cómo evitarlas y lo que tienes que echar para matarlas

Las noticias de las plagas de chinches han puesto en alerta a mucha gente. Algunos ya conocen las molestias y picores que pueden ocasionar, pero muchos otros desconocen cómo son y cómo actúa este insecto hemíptero de la familia Cimicidae. Y lo que es más importante: cómo evitar que irrumpa en nuestro hogar y cómo actuar una vez sospechamos que están dentro o las hemos detectado.

Las chinches pueden constituir un grave problema de salud. No tanto por la importancia del daño que pueden causar, que básicamente son molestas picaduras, sino porque su fácil proliferación puede hacer que los picores se extiendan con suma facilidad a varias personas. En definitiva, las chinches son más molestas que peligrosas.

De hecho, aunque como muchos otros insectos puedan tener la capacidad de transmitir enfermedades, en su caso no hay constancia de que lo hagan con frecuencia. En este sentido, la picadura de una chinche comporta menor riesgo que las de otros insectos que sí tienen mayor capacidad de transmisión de patologías.

Las chinches tienen múltiples vías de entrada a una casa: en nuestra propia ropa, en una maleta de viaje, en la ropa de deporte tras nuestro paso por el gimnasio... Y resulta difícil saber por qué vía ha podido acceder al hogar.

Lo que sí tiene son algunos rincones de casa preferidos donde ocultarse. Y, como es habitual, algunos son difíciles de detectar. Pueden esconderse entre cojines, en huequitos del sofá, tras el cabecero de la cama, en el cesto de la ropa sucia, en almohadas, en enchufes y tomas eléctricas, en alfombras o tras los cuadros. Pero también les vale casi cualquier grieta o huequecito en la casa. Son hábiles para esconderse.

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El truco para erradicar las chinches

Pero si somos capaces de detectarlas una vez han entrado en casa, hay una solución casera para matarlas. Vinagre y bicarbonato. Según cuenta la instagramer Eva Ruiz (@evalaordenada), se trataría de mezclar una cucharada de bicarbonato por cada medio litro de vinagre. Esta mezcla habría que esparcirla por el lugar o los lugares donde se han detectado chinches.

Las chinches, al parecer, odian el olor a menta o citronela, algo que se puede emplear para disuadirlas en los lugares más propicios para su estancia. Otra opción es pulverizar alcohol isopropílico. Y siempre resulta importante aspirar a conciencia la zona afectada y vaciar rápido el depósito de la aspiradora en una bolsa, que se debe cerrar de forma contundente.

Eva Ruiz también da algunos consejos para lavar la ropa, y recomienda comprar trampas (y no hacerlas caseras) o llamar a profesionales cuando el problema de las chinches ya resulta imposible de atajar con medios propios.