Como para dejarle un mechero a mano. Mohamed al Fayed confesó ayer al diario «The Daily Telegraph» haber quitado y quemado unas placas de Harrods en el año 2000, en las que se garantizaba a la clientela que la exclusiva tienda londinense suministraba a la familia real. El magnate egipcio aseguró tras sus declaraciones que las ventas se triplicaron después de quitar las susodichas placas, a las que calificó de ser «una maldición». Mohamed al Fayed ha criticado en numerosas ocasiones a la familia real británica, difamándola y llegando a referisre a ella como «esa familia Drácula», durante las investigaciones sobre la muerte de Diana de Gales en 2008. Mejor tenerlo como amigo, no vaya a ser...