El Príncipe de Asturias presidió ayer la conmemoración del centenario de la Residencia de Estudiantes en una visita durante la que renovó el apoyo de la Corona al espíritu de «búsqueda del conocimiento, libertad y tolerancia» que nació con la Institución Libre de Enseñanza.

Acompañado por las ministras de Cultura, Ángeles González Sinde, y Ciencia e Innovación, Cristina Garmendía, don Felipe recorrió el pabellón en el que una exposición conmemorativa mostrará a partir del lunes la historia de la Residencia y visitó una habitación que recrea el ambiente en el que vivían Lorca, Dalí o Buñuel.

Un cuarto orientado al Sur en uno de los pabellones gemelos ha sido el espacio elegido para recrear esta habitación histórica, cuya decoración se ha reconstruido a partir de fotografías antiguas y testimonios de residentes y en la que muebles y estanterías con libros de estudio conviven con utensilios de cocina y aseo, banderines y ceniceros de la residencia.

El cuadro de Salvador Dalí que siempre acompañaba a Federico García Lorca en sus lugares de residencia preside este espacio, en el que destaca, sobre la mesa -junto a los plumines, el tintero y el secante- una de las cartas escritas a su familia por el escritor granadino.

Otra de ellas, en la que comenta a sus padres sus primeras impresiones sobre la Residencia y les anuncia la próxima publicación de uno de sus primeros libros, suscita la curiosidad de los visitantes de la exposición, que muestra materiales inéditos e incluye la proyección de dos películas documentales.

La muestra ofrece un recorrido histórico que arranca con la novedad educativa que supuso la creación de la Residencia el 1 de octubre de 1910 en su primera sede de la calle Fortuny, e incluye su traslado en 1915 al actual emplazamiento de la calle Pinar, sus múltiples actividades y sus principales protagonistas. Cuatro de los siete españoles galardonados con el premio Nobel, Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre, estuvieron vinculados a este centro.