Robert Mugabe, presidente de Zimbabue, creyó la historia de una bruja que le aseguró que era capaz de hacer que manara diésel de una roca situada en las montañas de Chinhoyi, al norte de Harare, la capital del país. Sucedió en 2007 y Mugabe formó una comisión para estudiar el fenómeno sobrenatural. Pero poco después descubrió que la hechicera se había sacado de la manga una historia por la que fue condenada a veintisiete años de cárcel.