El laboratorio «flotante» de «Malaspina», en referencia al buque «Hespérides» de la Armada, que zarpó desde Cádiz para dar la vuelta al mundo e investigar los mares y el cambio climático, es un ejemplo de «cooperación para lo mejor» entre científicos y militares, según la ministra de Defensa, Carme Chacón.

La ministra de Defensa junto con la de Ciencia e Investigación, Cristina Garmendia, destacó ayer en un acto con los medios de comunicación la «colaboración» científico-militar de la misión «Malaspina 2010», que ha partido rumbo a Río de Janeiro (Brasil), a bordo del «Hespérides», en un proyecto que rememora la expedición de Alejandro Malaspina en el siglo XVIII, en la que se enrolaron también en Cádiz los mejores científicos de la época.

Chacón insistió en la colaboración científico-militar del «laboratorio flotante», unidos ambos colectivos «para lo mejor» en este proyecto que «arrojará luz» sobre el cambio climático, y que sitúa en «comunión» a ciencia y Armada. La expedición, con más de 400 científicos involucrados, coloca a España «a la par» que otros grandes países en investigación, porque, según Chacón, «somos muy pocos los que podemos» llevar a cabo un proyecto así.