La malograda cantante británica Amy Winehouse ha dejado una herencia de casi 3 millones de libras (3,5 millones de euros/4,7 millones de dólares) tras su muerte, a los 27 años, el pasado julio, según informa el tabloide británico «The Sun».

La autora de éxitos como «Rehab» o «You Know I Am No Good», que batalló durante años con las drogas y el alcohol, tenía un patrimonio al morir valorado en 4.257.580 libras (5.077.037 euros/6,7 millones de dólares) en activos, antes de pagar deudas pendientes e impuestos.

La considerada «diva del soul», que durante su corta carrera sacó al mercado dos exitosos álbumes, «Frank» (2003) y «Back to Black» (2006), no tenía redactado su testamento por lo que se ha dispuesto que su dinero vaya a parar a sus familiares.

Según esto, el ex marido de Winehouse Blake Fielder-Civil no recibirá ni un penique de la herencia de la cantante, que administra su padre, Mitch Winehouse. En su corta vida, el éxito comercial siempre acompañó a la artista, que triunfó en 2003 con su álbum debut, «Frank», un disco que vendió un millón y medio de copias y le reportó varias candidaturas a los premios Mercury Music y un Ivor Novello en 2004 por su sencillo «Stronger Than Me». Su estrellato se vio acrecentado con su segundo trabajo, «Back To Black».