Dijo en su día Albert Einstein que hay dos cosas infinitas: la estupidez humana y el universo. De haber conocido internet, tal vez hubiera añadido la capacidad de la red de redes de crear mentiras. Bulos, ("hoax", en inglés), noticias falsas. A diario y sin desmayo. Algunos obligan incluso a desmentidos de medios de comunicación tan prestigiosos como "The Washington Post", que ha tenido que negar que fuera a publicar una información sobre un romance entre el presidente de EE UU, Barack Obama, y la cantante Beyoncé. En realidad, un rumor propagado por un periodista francés de la prensa rosa que el mundo virtual convirtió en inmunda bola de nieve que aplastó la credibilidad de no pocos medios que no contrastaron la falsa noticia como mandan los cánones del periodismo serio y riguroso, el que busca fuentes fiables y no se deja intoxicar por el alboroto estruendoso de redes sociales, blogs y webs, donde mandan el sensacionalismo barato, el anonimato impune, el chorreo incesante de noticias que no han pasado por los filtros necesarios (¡imprescindibles!) a los que la prensa digna de credibilidad las somete.

Ahora, con la "ayuda" de servicios de mensajería instantánea masiva, un bulo puede recorrer el mundo en segundos, un ataque a la información veraz que tiene mucho que ver con el coste económico de la misma: comprobar datos, tener una agenda de fuentes veraces y no dar noticias hasta que hayan pasado el control de calidad cuesta dinero. La mentira siempre sale gratis.

Son numerosos los casos en los que internet se ha convertido en un pozo sin fondo de patrañas. Muchas estrellas del mundo del espectáculo han visto cómo alguien lanzaba el rumor de su fallecimiento y en pocos minutos una inmensa lápida virtual cubría su nombre. Por no hablar de las teorías conspiranoicas con las que se resuelven las autorías de atentados (el 11-S a la cabeza, con fotos trucadas si es necesario), secuestros de niños en Euskadi y Sevilla o violadores con fotografía incluida. Hace pocos meses un mensaje que alertaba de una amenaza de bomba en el metro de Madrid sembró el terror entre miles de madrileños. La Policía tuvo que desmentirlo en su cuenta de Twitter.

No siempre se trata de casos tan serios. La frivolidad es fábrica incansable de trolas. Por ejemplo, el Ministerio del Interior ha tenido que salir al paso del alud de noticias que hablaban de la prohibición de usar el traje de guardia civil en actividades ajenas a las reglamentarias. Todo por una equivocada interpretación del texto publicado en el "Boletín Oficial del Estado" del 22 de enero, que sólo recoge la uniformidad oficial. Vamos, que si alguien se compra un disfraz de guardia civil en una tienda y va con él a los Carnavales nadie le pondrá las esposas.

Con las nuevas tecnologías, los "fakes", o fotos trucadas, se han convertido en el pan nuestro de cada día para mucho ocioso internauta. Lo malo es cuando se pasa de la broma a la noticia y se vende una supuesta foto de un calamar gigante en una playa como demostración del efecto de la radiación de Fukushima, cuando se trataba de una "broma" del sitio Lightly Braised Turnip. Nadie lo contrastó. A publicar y listo. Hay páginas y páginas dedicadas a recopilar este tipo de embuste global parecidas, y crecen cada día.

Por primera vez en 112 años nevó en Egipto. Noticia cierta. Lo que no fueron reales fueron las fotos de las pirámides cubiertas de nieve que circularon por la red en infinidad de medios, cuando unas eran un fotomontaje y otras estaban hechas en un parque de miniaturas en Japón.

La lista de bulos sería, como la estupidez, el universo e internet, infinita: la muerte de consumidores por la orina de rata en las latas de refrescos, las curas naturales de enfermedades que silencian las farmacéuticas, regalos masivos de teléfonos móviles, las cápsulas cancerígenas de cierta marca de café, los daños en el organismo de cierta marca de yogur, cómo hacer palomitas con las ondas del teléfono móvil, la aparición de animales monstruosos, hombres embarazados, cebollas que recargan gadgets, gatos metidos en botellas, ventas de carne humana para su consumo, chicas que pierden la vista porque se derritieron sus lentillas o que se tragaron el móvil para que su novio no lo revisara...

Es posible que a Obama, de quien dijeron en una ocasión que se había teletransportado para conquistar Marte cuando era joven, el bulo de su romance con su buena amiga Beyoncé le haya hecho gracia, sobre todo si lo compara con otro que inundó internet hace tiempo: "¡Urgente! El presidente Barack Obama ha sido asesinado, dos heridas de bala han sido demasiado para él. Es un triste día 4 para Estados Unidos".

Si Einstein levantara la cabeza...