La misión espacial "Rosetta", que estudia el origen y la evolución de los cuerpos primitivos del Sistema Solar, alcanzó un nuevo hito después de que el cometa seguido por esa sonda europea desde hace más de un año pasara por el punto de su órbita más cercano al Sol. Cuando la misión se colocó en órbita en torno al cometa 67P el 6 de agosto del año pasado, éste se hallaba a 540 millones de kilómetros del Sol, distancia que ha ido reduciéndose hasta los 186 millones.