T. P.

Da igual que uno crea o no crea en los espíritus a la hora de disfrutar de un libro tan fascinante como el que ha escrito Roger Clarke abordando La historia de los fantasmas (Siruela). Un libro que provoca inquietud sin artificios ni sustos baratos: contando episodios sucedidos a lo largo de 500 años en los que el autor, a modo de detective de lo paranormal, busca pruebas en ese mundo de tinieblas donde lo desconocido se convierte en fuente de inquietud. Clarke selecciona los casos más conocidos, desde el que inspiró a Henry James su clásico de la literatura de terror "Otra vuelta de tuerca", hasta los submarinos embrujados de la Primera Guerra Mundial, o el general cazafantasmas del siglo XVII, pasando por las "quedadas" victorianas en las que centenares de personas se encontraban en lugares supuestamente embrujados para pasar la noche en vela intentando ver apariciones. Estamos en un escenario donde se cruzan los que creen a pies juntillas esas historias fantasmagóricas con los farsantes, y que ha interesado tanto a las clases más bajas (y presuntamente más fáciles de engañar) como a la realeza y altos cargos de la política. Desde magos como Harry Houdini hasta tiranos como Hitler pasando por escritores como Conan Doyle. Con ilustraciones y fotografías que han sembrado dudas a lo largo del tiempo (ilusiones ópticas para unos, pruebas irrefutables de presencias del más allá para otros) y una lúcida e interesantísima aproximación a la presencia del tema en la literatura, el extraordinario libro de Clarke proporciona una lectura apasionante que, como debe ser, provoca no pocos escalofríos.