Teatro Caupolicán en Santiago de Chile. La banda asturiana "WarCry" lleva ya más de una hora sobre el escenario cuando llega uno de los momentos más importantes de la actuación. Se trata del tema "La vieja guardia", que habla, dice el cantante del grupo, Víctor García, "de cómo algunos hemos ido madurando dentro del heavy metal". Para hacer más evidente esa maduración, los músicos suben a una niña de diez años que está en primera fila a cantar a grito pelado el estribillo: "Y no, / no nos cambiarán, / no nos callarán / mientras nos queden fuerzas para continuar". "Fue un momento muy bonito y especial, el público enloqueció, la niña también y nosotros acabamos emocionados", relata García. "El tiempo pasa", asegura melancólico. Los heavis también se emocionan.

Esa anécdota ocurrió en el primer concierto de la gira que el grupo de metal ha iniciado por América Latina, donde tiene una auténtica horda de fans y que reunirá en los cuatro conciertos que está ofreciendo a unos ocho mil fans incondicionales.

El de Chile fue el primer acorde de esa gira de los asturianos a ese lado del charco, un concierto que califican de "espectacular", lo mismo que el que ofrecieron un par de días después en Buenos Aires, ante un abarrotado teatro Flores. El viernes día 20 tocaron en el teatro al aire libre de Bolivia, y este sábado en Lima (Perú).

Todo llenos. Tan impresionante fue la asistencia a los shows que, en el concierto argentino, el guitarrista Pablo García colocó una pequeña cámara sobre el mástil de su guitarra para grabar las abarrotadas gradas del teatro y su cara de asombro ante la entrega de los espectadores. Luego las imágenes las colgó en sus redes.

Había mucha gente joven además en las gradas, por lo que el relevo generacional parece que está garantizado en este estilo de música. De hecho, cuenta Víctor García, que en la presentación de la canción "La vieja guardia", aquella en la que la niña chilena se subió a cantar con el grupo, "siempre hablamos de la importancia de que haya continuidad y de que las nuevas generaciones se vayan incorporando a este género musical". Por eso, algunos de los temas del grupo hablan de cómo la banda ha ido evolucionando en el heavy metal. "Ahora somos casi la guardia pretoriana del estilo, cuando ayer éramos jóvenes con ansias de formar parte del mismo", señala el vocalista de la formación asturiana.

En cada uno de estos cuatro conciertos hubo una media de dos mil espectadores. La banda asegura que se trata de "un éxito teniendo en cuenta que son los aforos máximos que se pueden encontrar en salas de Barcelona y Madrid para todo tipo de conciertos, menos para los que son más multitudinarios".

El conjunto metalero presentó al público latinoamericano su último trabajo, titulado "Donde el silencio se rompió", su noveno trabajo de estudio, que se editó ya el año pasado, y en el que hicieron una importante apuesta por renovar su sonido, rebajando un pelín las revoluciones de sus anteriores discos más "powermetaleros". Lo que no perdieron en esa nueva grabación es su particular estilo, bañado, fundamentalmente, por la peculiar voz de Víctor García, las ambientaciones del teclista Santi Novoa, las melodías y solos de Pablo García y las pesadas bases rítmicas del bajista Roberto García y el batería Rafa Yugueros.

Víctor García aseguró tras uno de los conciertos que "la respuesta del público está siendo espectacular". Por ejemplo, señala que tocar en el teatro Caupolicán, "que es un emblema del mundo del arte en Chile, y encima hacerlo ante un público tan entregado que abarrota las gradas, es un orgullo para nosotros".

Ante esos enfervorecidos fans, la banda asturiana presentó un repertorio bastante largo. Sus conciertos a ese lado del charco superaron con creces las dos horas. En el repertorio predominaron muchas canciones del último disco, pero tampoco faltaron alguna de las más clásicas en las que abundan esos estribillos coreables tan característicos del grupo heavy.

De hecho, todos sus conciertos acabaron con su ya mítica "Hoy gano yo". Todo un himno en defensa de la cultura heavymetalera. No faltaron en su repertorio otros clásicos como "Alma de conquistador", "Contra el viento", "Coraje", "Huelo el miedo", "Ardo por dentro" y "Keops".

Pero ésta no será la única vez que "WarCry" haga las Américas este año. Volverán a cruzar el océano Atlántico en junio, pero esta vez se irán al norte del continente. En concreto, tienen programados tres conciertos en Estados Unidos. Uno en California, otro en Houston (Texas) y el último en Chicago (Illinois). Una oportunidad para defender el metal cantado en castellano de los asturianos en tierras de la lengua de Shakespeare.