Con un ojo todavía puesto en la alta costura de París, la pasarela de Madrid, llamada ahora Mercedes-Benz Fashion Week, levantó ayer el telón con varios desfiles de su sección Off. Entre ellos, uno de los más esperados de esta edición, el de la firma Ángel Schlesser, que ha incorporado recientemente como director creativo al joven diseñador Daniel Rabaneda. Y la espera valió la pena.

Con el marco incomparable del Real Jardín Botánico de la capital, el diseñador presentó una colección fiel a la identidad de la marca, con la sastrería como protagonista -el elemento que hizo famosa a la casa Schlesser-, y pensada para una mujer real, del ahora, es decir, todoterreno.

Los trajes chaqueta de pantalón fluido y de bermudas hasta la rodilla se combinan con jerséis de canalé en colores pálidos -lilas, azules, mostazas y verdes- y con blusas oversize con mangas especiales y botones importantes.

Los vestidos rectos se ciñen al cuerpo, con la compañía de mules con tira trasera y tacón ancho de cinco centímetros y medio y bolsos o bandoleras XL.

Los cuadros y las rayas son los únicos estampados de la propuesta, en la que los azules, el gris, el blanco, los marrones, los verdes y unas notas de rojo dominan la paleta de color.

La sencillez, la comodidad y el orden dominan las siluetas. La geometría aparece en las superposiciones, los abrigos estructurados y los pendientes y broches dorados, con cierto aire abstracto. Los cuellos tipo marinero en camisas, vestidos y parkas y los tops palabra de honor drapeados ponen el guiño a Rabaneda a una colección que demuestra que la moda es para llevarla puesta.