Más allá del ruido de las cafeteras, el único sonido que se puede oír en el primer establecimiento de "Starbucks" para sordos en Estados Unidos es el de las carcajadas de sus clientes, que están "muy contentos" con la apertura de su nuevo punto de encuentro en Washington. "Creo que este lugar es genial, el personal es muy simpático y todo el mundo puede comunicarse fácilmente aquí. Es una experiencia fantástica", escribe Taylor en una libreta. La joven sordomuda, nacida en Denver (Colorado), es una de las decenas de estudiantes de la Universidad Gallaudet de la capital estadounidense que han acudido a la nueva cafetería de esta firma, que abrió sus puertas esta semana a dos calles de la facultad.