La actriz Lucía Bosé negó ayer en un juicio celebrado en la Audiencia de Madrid haberse apropiado de un dibujo que el pintor Pablo Ruiz Picasso le dio en 1963 a su empleada de hogar y que vendió al fallecer esta, y ha asegurado que fue un regalo que le hizo "la tata" porque no le gustaba la obra. La fiscal mantuvo en la vista su petición de dos años de prisión para Bosé, de 88 años, por supuesta apropiación indebida del dibujo que vendió en 2008 en una subasta por 198.607 euros. También solicitó que se le imponga a la acusada una multa de 4.800 euros y que indemnice a los herederos de la citada empleada de hogar, Remedios T. M., fallecida en 1999 y a la que va dedicada la obra, en la que se puede leer "Para Reme" y la fecha "16-2-63".

Las acusaciones ejercidas por dos sobrinas de Remedios T. M. han reclamado que Lucía Bosé sea condenada a tres años de cárcel y a una multa de 9.600 euros y a que les entregue el dinero obtenido por la venta del cuadro en 2008, mientras que el abogado defensor ha pedido la absolución de la actriz alegando que la empleada de hogar regaló la obra pictórica a su representada porque no le gustaba.

Bosé añadió que en 1963 fue a acompañar a su marido, el torero ya fallecido Luis Miguel Dominguín, a una gira por Sudamérica y dejaron a sus hijos y a la "tata" en casa de Picasso y que al volver a recogerlos el pintor les regaló una litografías y a su empleada el dibujo. "Pero ella dijo que no le gustaba y me lo dio sin cogerlo y sin tocarlo", dijo Bosé. Su hijo, el cantante Miguel Bosé, compareció a través de una videoconferencia desde México, donde reside, y se ha acogido a su derecho a no testificar en el juicio, lo que le permite la ley al ser familiar directo de la acusada.