Un fragmento del muro que durante años partió en dos a Alemania, fue enviado por la organización "El Muro en contra de Muros" a la frontera estadounidense de California con México, entre San Diego y Tijuana, con una carta dirigida al presidente Donald Trump grabada sobre la piedra. La pieza, de cuatro metros de alto y 2,7 toneladas, fue enviada originalmente a la Casa Blanca, que la rechazó. Ahora llegó a la frontera en la que Trump quiere izar un gran muro para frenar la inmigración desde México. La organización escribió en la misiva esculpida en la pieza que "por décadas, EE UU jugó un papel mayor para derribar este muro" y que el envío del trozo trata de "conmemorar" la época en la que EE UU se dedicaba a "la construcción de un mundo sin muros".