A punto de cumplir 60 años, el escritor astur-mexicano Benito Taibo ha asumido su nueva novela, "La razón y la ira", con la energía de un dios juguetón que se divierte mientras crea un mundo fantasioso, de aventuras y promesas en el futuro. "Hay dioses laicos, pequeños, que son los escritores. Manejamos a nuestro arbitrio y voluntad la vida de los personajes, los hacemos sufrir como perros o los hacemos gozar como cerdos", asegura Taibo al referirse a la segunda entrega de su saga "Un mundo sin dioses".

Taibo es hijo del fallecido periodista gijonés Paco Ignacio Taibo I y hermano del también escritor y exdirector de la "Semana negra" de Gijón Paco Ignacio Taibo II.

Después de escribir "Camino a Sognum", una historia en la cual tres jóvenes salen a conquistar el destino que les arrebataron, en la obra recién editada Taibo escribió una historia llena de guiños sobre la justicia, la literatura y la ciencia, en un mundo en el que sobresale la fortaleza de las mujeres.

Miranda, una chica hábil al disparar la flecha, y Milka, de un espíritu poderoso junto al guerrero Suuri, desvelan el carácter de las mujeres que hacen equipo con los hombres para establecer un país sin egoísmos como el que le gustaría a Taibo que existiera en la vida real. "Estas dos chicas se valen por sí mismas. Solo quise patentar la fuerza que ellas han tenido toda la vida", explicó. Taibo abunda sobre sus ideas alrededor de la mujer, que como género son objeto de abusos y minimizadas en el México del siglo XXI.

Dice que si bien pueden ser solidarios, los hombres no pueden ser feministas porque no tienen con qué al no experimentar la desazón de no poder salir a la calle de noche y no conocen el acoso sexual. "La violencia de género es una constante terrible de nuestro tiempo y por lo tanto no podemos meternos en sus cuerpos para saber cómo es el miedo y qué significa no saber si vas a llegar a tu casa si te subes a un coche o no saber qué puede suceder en la esquina", señala.

En poco más de 200 páginas, en una obra de corte juvenil, pero con reflexiones útiles a cualquier tipo de lector, Benito le da rienda suelta al personaje Azur Banná, un matemático que adora los libros y que llega al país inventado en busca de una mujer a la que ama y recibe el regalo de ser empleado como bibliotecario. "En un mundo salvaje, primitivo, de espadas y de fuerza contra la razón, la ciencia se convertirá en un elemento importantísimo para descubrir que ahí también hay poesía y posibilidad de creación de civilización".