La nueva normalidad se abre paso y con ella las mascarillas, convertidas en un accesorio indispensable en el día a día, además de ser un complemento en el que diseñadores y firmas del momento vuelcan su creatividad con piezas que ya lucen diseñadores, actrices, cantantes y modelos.

"Protégete y recréate", escribía en el pie de la fotografía, parte de una carpeta en la que mostraba otro modelo realizado en "apliqués" rojos y un tercer modelo con flecos, pedrería y estampaciones. Desde estampados a mascarillas realizadas con plumas o cuero, Gaultier deja claro mediante sus propias palabras que las mascarillas pueden ser "obras de arte exclusivas de un solo uso".

También en la alta costura lanzan sus modelos firmas como Off White o Fendi, con una mascarilla estampada en su logo corporativo. Louis Vuitton se suma a la tendencia mediante su mítico estampado "monogram" en colores corporativos en una mascarilla que ha lucido la modelo Jessica Hart.

La cantante Billie Eilish también se ha jugado todo al monogram, luciendo una mascarilla Gucci de encaje negro y apliqués verdes, a conjunto con su cabello, eso sí, un modelo puramente estético, a menos que se complemente con un filtro.

Y con sello español y un estampado inequívoco, Ágatha Ruiz de la Prada se suma a la tendencia, fabricando tres modelos diferentes que se pondrán a la venta a partir de julio, cuyos fondos irán destinados a la ONG Save the Children.

Diseñadores españoles también se suman a la tendencia. Eduardo Navarrete sigue la línea de estampación de una de sus últimas colecciones en colores vibrantes y con estampados de su rostro. Esther Noriega trabaja en incorporar algunos modelos de mascarillas como complementos.

Cherry Massia elaboró modelos urbanos a partir de diferentes materiales que fueron "una premonición" y que, hoy en día, están agotados. Series televisivas, personajes de ficción o películas inspiran los modelos más novedosos, como las lanzadas por la artista Stefanie Hook, que ha elaborado una mascarilla de barrera que deja boaquiabiertos a los fans de Harry Potter. Es una mascarilla negra que, al respirar, cambia sus colores mostrando un dibujo del "mapa merodeador" de Harry Potter, en una estampación que se ha vuelto uno de los modelos más virales. "Necesitamos mascarillas que humanicen, que no nos hagan parecer un modelo en serie", desgrana la diseñadora Pilar Dalbat.