El arte urbano, asociado desde el estigma al vandalismo y destrozos del mobiliario púbico, será en pocos meses una nueva disciplina de la marca Gijón. El Ayuntamiento anunció ayer la puesta en marcha de lo que ellos llaman "un plan de muralización" que empezará a concretarse antes de que acabe el año con la puesta en marcha de cinco murales grafiteros en la Punta de Lequerica, Talasoponiente, el Club de Ceares, un transformador eléctrico de La Guía y Naval Gijón. Ya se han confirmado, no obstante, otros tres murales en Begoña, los bajos de la calle Río Eo y una medianera del poblado de Inuesa, a cargo de artistas de disciplinas plásticas. El plan nace con objetivo de continuidad y se irá expandiendo "durante los próximos años", según los organizadores.

El equipo municipal es consciente de que el colectivo tiene cierta "mala fama". "Por eso lo hacemos. Queremos reivindicar que el arte urbano no es suciedad ni fealdad, y no deteriora nada", aclara Miguel Barrero, de la Fundación Municipal de Cultura. Ana González, alcaldesa de Gijón, añade que el motivo del plan, además de permitir que una disciplina nueva entre a formar parte del arte municipal, recae en que los espacios públicos adquirieron un valor especial durante el encierro por el coronavirus. "Nos dimos cuenta entonces de que la ciudad es un sitio de encuentro, para estar. Uno de los objetivos de salir del confinamiento era volver a pisar y a sentirla", razona. "A partir de ahí, la ciudad debe sufrir un proceso de transformación para que sea ese espacio vital que buscamos: uno acogedor y estimulante", añade.

Los cinco murales de grafiti ya están diseñados y se han recreado de forma digital para estudiar el diseño. En de Naval Gijón será obre de "Sepul", un gijonés tatuador de profesión y experto en los estilo polinesio y budista. Ensayará ese afán de repetir líneas y patrones en un dibujo triangular en blanco y negro y toques celestes.

El del Club del Ceares, de "Peter Ramdon" -madrileño asentado en la ciudad-, será un mural alargado con pájaros, un diseño de tintes más realistas. El muro de Poniente, en Talaso, será obra de Bastián Prendes, ovetense, que dibujará un sugerente retrato de un ser marino con tentáculos. Al transformador eléctrico de la rotonda de La Guía le dará color "Sak" con un estilo de trazo más abstracto. Y al de Lequerica, "Dados", que elaborará un sugerente dibujo de peces hechos con papiroflexia. Todas las obras están previstas que empiecen este mes. Con más calma, pero también aprovados, están las obras plásticas de María Peña, Helena Toraño y Ramón Isidoro. Pintarán los bajos del río Eo, una medianera de Inuesa y una caseta de Begoña, respectivamente.