El jinete avilesino Sergio Álvarez Moya encuentra nuevo amor en la hípica

Corteja con Jacinta Errázuriz Chadwick, rica heredera chilena y amazona

Sergio Álvarez Moya, en Gijón, durante una competición. | Marcos León

Sergio Álvarez Moya, en Gijón, durante una competición. | Marcos León / Mariola Riera,

Mariola Riera

Mariola Riera

A Sergio Álvarez Moya le sonríe el éxito en las pistas y en el amor. El jinete avilesino de 38 años está considerado uno de los mejores de España, aunque el gran público lo conozca más por ser el exmarido de Marta Ortega, la presidenta de Inditex y mandamás por tanto de Zara. Ahora, la prensa especializada en las cosas del corazón –Vanitatis dio la exclusiva que han seguido otros medios– lo relaciona con otra mujer de un perfil similar al de su exmujer y madre de su hijo Amancio.

Al parecer, Álvarez Moya corteja desde hace tiempo y va muy en serio con otra amazona y rica heredera que procede del otro lado del charco. Se trata de la chilena Jacinta Errázuriz Chadwick, de 32 años e integrante de la familia al frente de una de las empresas vinícolas más grandes de su país: Viña Errázuriz, una bodega con 150 años de historia e ingresos multimillonarios.

A Jacinta, cuentan, la habría conocido el jinete asturiano en los circuitos hípicos y también entrenaría a sus caballos. Con la misma llevaría bastante tiempo y hay quien habla de campanas de boda. No obstante, no es la primera relación del avilesino tras divorciarse de Marta Ortega en 2015 después de tres años de casados. Se sabe que salió un tiempo con la modelo francesa Charlotte Murray y luego con la arquitecta y amazona Nina Ulenberg.

Ahora Errázuriz, que también comparte con Ortega su gusto por la discreción y marcar distancias con el papel couché, es la que ocupa el corazón de Sergio Álvarez, quien la entrena para sus competiciones en su centro de alto rendimiento en Madrid. La chilena también tiene un hijo de una anterior relación.

La discreción con la que el asturiano ha llevado siempre su vida personal se mantendrá sin lugar a dudas en esta nueva etapa. Moya es muy educado y atento con los medios, para los que no tiene problemas en posar siempre y cuando que se trate de hablar de su proyecciçón pública como jinete, una carrera por la que ha peleado mucho, que empezó de niño en el centro El Forcón de Avilés y que le ha dado bastantes alegrías.

En Asturias es un fijo todos lo veranos en el concurso hípico de Gijón.

Suscríbete para seguir leyendo