Cristiano Ronaldo y la modelo Irina Shayk disfrutaron de una cena copiosa en un restaurante de la capital con sabor a vino de Vega Sicilia, donde se pudo ver a una pareja relajada y muy cariñosa. Tras el festín los jóvenes se hospedaron en la suite presidencial del hotel, adornada para la ocasión con muchas flores, petición especial del futbolista del Real Madrid, lesionado para dos o tres semanas.