Sergio Villaverde, el hostelero riberano de cincuenta años que inició una huelga de hambre el día de Reyes para reivindicar la situación del sector hostelero a causa de la pandemia, terminó la semana pasada en el HUCA tras sufrir un desfallecimiento. Las fuerzas le fallaron y tras un desvanecimiento, una ambulancia le trasladó al hospital desde Ribera de Arriba. La colaboración vecinal ha evitado que perdiera su casa tras la amenaza de desahucio. Cerca de él, en la vecina Galicia, Pedro afronta la difícil situación con una rebaja notable en sus productos, llevándoselos a casa a quien lo desee. Ha puesto los desayunos a un euro, y ofrece menús a cinco.