La estancia de dos horas del Rey Felipe VI en Avilés para comer este jueves en la popular sidrería Casa Lin dejó unos instantes virales que no pasaron desapercibidos para las personas que observaron la llegada y la marcha del monarca e inmortalizaron ambas con sus teléfonos móviles.

A la salida, el Rey Felipe VI se econtró con mucha gente expectante y deseosa de saludarle. Esta vez don Felipe sí se encaminó al paso de peatones existente enfrente del restaurante y aguardó a que se pusiera en verde la luz. Pasó un autobús y varios coches y tras unos segundos de espera se produjo la consabida debilidad del peatón: miró a la derecha y a la izquierda y al ver que no venían vehículos cruzó la calzada... con el semáforo de los peatones en rojo. Como telón de fondo se oyeron los aplausos y vítores de la gente y es obligado decir que la seguridad real nunca estuvo comprometida por ausencia de tráfico.