"Manos que pueden salvar vidas" y aprenden a hacerlo desde la escuela con los sanitarios del centro de salud de Villaviciosa

“Si la gente que está alrededor presta su ayuda, hay diez veces más posibilidades de que esa persona sobreviva y se recupere”, dicen los responsables del programa

Cuando se les pregunta a qué número deben llamar en caso de una emergencia todos contestan al unísono: “Al 112”. Si se trata de la información que deben dar al operador, la cosa comienza a complicarse. “La dirección cuanto más exacta mejor, también la causa de la emergencia. Aunque estéis nerviosos el operador sabrá guiaros”, explica Raquel García, coordinadora del programa ‘Tus manos pueden salvar vidas’ que el centro de salud de Villaviciosa está desarrollando en los centros educativos.

Estos detalles son fundamentales para poder salvar la vida de las personas. “Si la gente que está alrededor presta su ayuda, hay diez veces más posibilidades de que esa persona sobreviva y se recupere”, señala García. Por eso, talleres como los que este jueves realizaron los alumnos de cuarto de primaria del colegio Maliayo son indispensables.

En el centro están muy concienciados con la formación en primeros auxilios. Los alumnos llevan varias semanas aprendiendo las maniobras en la clase de Educación Física y esta mañana pudieron solucionar sus últimas dudas de la mano de los profesionales sanitarios. “Hay que darle la enhorabuena al profesor porque les ha enseñado muy bien. Se nota que muchas cosas ya las sabían”, destaca Carmen Montejo.

El objetivo es que sepan afrontar una situación de emergencia, dejando a un lado el miedo que muchas veces “nos paraliza”. “Yo una vez tuve que darle un golpe a mi madre porque se estaba atragantando”, recuerda una de las estudiantes. A otro el jamón se le quedó atorado en la garganta “y tuve que meter los dedos para sacarlo”. Escenas cotidianas que en el peor de los casos pueden acabar “con una persona fallecida”.

Durante el taller, los estudiantes aprendieron a realizar maniobras de RCP al ritmo de la macarena, a actuar en caso de atragantamiento, a saber responder ante un desmayo… “Nos han enseñado a salvar vidas”, sentencian los jóvenes. Eso sí, de una forma muy amena y “divertida". "Nos ha gustado mucho”, concluyen.