"Trasiegu", la apuesta turística agroalimentaria de la Comarca de la Sidra que atrae a miles de visitantes

La iniciativa, en marcha desde hace veinte años, acerca a los visitantes la elaboración de los productos y piezas artesanas de la zona

Alberto Amandi acaricia a uan oveja xalda.

Alberto Amandi acaricia a uan oveja xalda. / Alicia García-Ovies

En un momento en el que el turismo agroalimentario comenzaba a vislumbrarse como una apuesta firma para atraer visitantes, la Comarca de la Sidra decidió dar un paso adelante poniendo en marcha un proyecto pionero en Asturias que a día de hoy presume de llevar en activo casi dos décadas y que se ha convertido en un ejemplo para otras zonas del país. Se trata de la iniciativa “Trasiegu”, que nació “con el objetivo de acercar y dar a conocer a las personas los procesos con los que se elaboran los productos típicos de nuestra tierra”.

El proyecto está formado a día de hoy por veinticinco empresas de diferentes ámbitos productivos del territorio como son el sidrero, lácteo, agrícola o artesanal, las cuales abren las puertas de sus instalaciones para recibir visitas turísticas y ofrecer un complemento a la actividad de la Comarca de la Sidra. 

Cabe destacar, que este territorio del centro-oriente asturiano ha sido precursor en la puesta en marcha de este tipo de iniciativas con un ADN claramente rural, y es por ello que también fue seleccionado por Segittur para participar en el grupo de trabajo que ha desarrollado la “Guía de implantación del modelo de innovación sostenible de experiencias agroturísticas de España”, que pretende ser una hoja de ruta para los destinos que quieren incluir este modelo turístico en su catálogo de ofertas. 

Precisamente, junto a esta guía se editó también otra con treinta experiencias agroturísticas de todo el país, entre las que se incluye la visita a las instalaciones de Los Caserinos. La empresa maliayesa ha sabido diversificar, creando un producto atractivo para los visitantes y complementario a su actividad como empresa láctea. “Para nosotros las visitas son fundamentales”, asegura Alberto Amandi.

Comenzaron con ellas hace diez años y desde entonces han ido mejorando la experiencia con espacios diferenciados, horarios, límite de personas... “Cuando vemos que algo falla, intentamos mejorarlo. Por ejemplo, antes atendíamos a todo el mundo que venía, daba igual la hora. Luego establecimos unos horarios y ahora hemos puesto un cupo de visitantes en cada uno de ellos”, indica.

El tour, totalmente gratuito, permite conocer algunas razas autóctocas como la oveja xalda, la pita pinta, el gochu astur celta o la vaca asturiana de los Valles. También tienen conejos y cabras. Aunque la parte más llamativa es poder ver en directo la elaboración de sus productos. Hace unos años pusieron en marcha un aula didáctica, que permite al visitante ver cómo trabajan en la quesería desde un cristal, lo que impide interferir con la labor que están realizando.

La iniciativa resultó un éxito desde el primer minuto y se ha reflejado en datos. El año pasado recibieron más de 22.500 visitantes, siendo agosto el mes con mayor afluencia con 5.547. Unas cifras a las que hay que sumar en torno a 4.000 escolares. Y este 2024 se presenta mucho mejor. Por el momento, en enero alcanzaron las 1.300 visitas, siendo en 2023 498. Además, casi han llenado el cupo de los centros escolares, quedando tan solo cuatro días disponibles entre el 1 de marzo y el 21 de junio.

Si bien las visitas son gratuitas, estas tienen un importante impacto en las ventas. “El 35% de los ingresos que generamos el año pasado fueron ventas en casa. Prácticamente todo el que viene compra, es más, el 90% del queso se vende aquí. Y queremos seguir creciendo”, afirma Amandi. Por eso, entre sus proyectos a medio plazo está en acristalar y adaptar el edificio en el que producen el arroz con leche, creando así una experiencia completa.