Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Renfe ve difícil que el cierre de líneas ferroviarias deficitarias que acometerá el Ministerio de Fomento afecte a los servicios de tren en Asturias, aunque la decisión definitiva no está tomada y no se conocerá con todo detalle hasta finales de noviembre, según indicó a LA NUEVA ESPAÑA un portavoz de la compañía.

«En el Principado no hay ningún trayecto que esté en la situación del de Madrid a Burgos, que apenas tiene viajeros y ya ha sido puesto como ejemplo de línea a suprimir», indicaron desde la empresa. Con respecto al trazado entre Gijón y León, que tiene dos servicios diarios, el citado portavoz subraya que «se acaban de renovar los trenes, con una inversión muy importante, por lo que no parece que corra especial riesgo».

El Consejo de Ministros aprobó el viernes los criterios para la declaración de líneas ferroviarias de interés público, que son las que, merced a subvenciones del Estado o de las autonomías, se quedarán al margen de los recortes anunciados por el ministro José Blanco. El texto establece que, de manera «prevalente», se garantizarán tres tipos de servicios: los de cercanías que no estén transferidos a las comunidades autónomas, los trenes de media distancia «de uso habitual y frecuente, de manera que requieran su utilización por los ciudadanos en trayectos de ida y vuelta al menos cinco veces a la semana», y «aquellos servicios que discurran dentro de una comunidad autónoma y que ésta estime de interés público». En este último caso, Fomento ha advertido de que deberán de ser las administraciones regionales las que aporten las compensaciones económicas al operador.

Renfe está realizando ya un análisis pormenorizado de su oferta ferroviaria para proceder a una reorganización de los servicios, tanto en media como en larga distancia, que incremente su rentabilidad y eficacia. Los territorios con líneas a suprimir deben de contar con medios de transporte alternativos.