Responsables de las secciones de minería e industria de los sindicatos UGT y CC OO han trasladado personalmente al secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, sus quejas por la «excesiva contundencia» y las «provocaciones continuas» de los agentes antidisturbios que están interviniendo en las movilizaciones del sector. Fue en el transcurso de una reunión, solicitada por las centrales, que tuvo lugar el pasado martes en la sede madrileña del Ministerio del Interior. Ulloa se mostró receptivo a los planteamientos sindicales, puso de manifiesto su gran preocupación por las escenas de violencia que se han vivido en los últimos días, tanto en Asturias como en León, y, además, también habría planteado a los sindicatos, según fuentes conocedoras de la reunión, la necesidad de que rebajen el tono de las protestas.

Portavoces ministeriales confirmaron a este periódico la celebración del encuentro, pero eludieron hacer valoraciones. La delegación sindical estuvo encabezada por Juan Carlos Álvarez Liébana, secretario general de la Federación de Industria de CC OO, y Víctor Fernández, secretario general de minería de FIA-UGT.

«Acudimos al Ministerio para expresar nuestra preocupación por la deriva de las acciones y actitudes de las fuerzas del orden público; por una excesiva contundencia motivada por las instrucciones de ámbito político que reciben», señaló ayer Liébana. Las quejas de los sindicatos se centran en las cargas policiales durante la concentración contra los recortes en las ayudas a la producción del carbón que tuvo lugar el pasado 31 de mayo en Madrid. Según Liébana, «fueron desproporcionadas» y, además, «arrancaron cuando no había concluido el plazo autorizado de manifestación». Las centrales también juzgan como «excesivas» las intervenciones de los antidisturbios en las auténticas batallas campales entre huelguistas y agentes que se han librado en Santa Cristina de Lena, Grado, Campomanes, Cabañaquinta y Ciñera de Gordón (León). Los sindicatos achacan la gran virulencia de estos enfrentamientos a las «continuas provocaciones» de las fuerzas del orden y a su «excesiva contundencia» en la «represión» de las movilizaciones.

Tras los graves enfrentamientos de la víspera, los piquetes bajaron ayer la intensidad de sus actuaciones, aunque se registraron cortes de carreteras. Por la mañana, hubo interrupciones por barricadas al paso de la Autovía del Cantábrico por Tapia de Casariego; en la autovía de Oviedo a Villaviciosa, a la altura de Paredes, Fabares, Colloto y Sariego, y en la de Oviedo a Campomanes en Figaredo, Robledo, Ujo y Olloniego. Además, también hubo cortes en la autopista «Y»; en la carretera de Santander (N-634) en puntos de Piloña y de Nava; en la del puerto de Pajares (N-630) a su por Santa Eulalia de Morcín; en la Autovía Minera (AS-1) en Mieres, y en La Gargantada (AS-246). Según la Delegación del Gobierno, los antidisturbios acudieron a algunas barricadas para disuadir a los manifestantes, aunque no se produjeron enfrentamientos más allá de lanzamiento de piedras en Mieres.

El servicio de Renfe entre Oviedo y El Entrego quedó suspendido por la mañana, por los daños que causó la caída de un árbol entre Peñarrubia y Tudela Veguín. En Feve, permaneció sin servicio el tramo de Rianes a Nava, por una cadena en la catenaria. El servicio entre Oviedo y Lena permaneció suspendido entre las 12.24 y las 15.50 horas, debido al desprendimiento de la cubierta interior de un túnel que no se atribuye a los huelguistas. La Guardia Civil hizo varias escoltas policiales a camiones por el Huerna.