Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

El PP aprovechará su mayoría absoluta en la Cámara para lograr que el Congreso de los Diputados apruebe una iniciativa, presentada ayer, en la que insta al Tribunal de Cuentas a realizar un informe de fiscalización sobre las inversiones realizadas por Feve entre 2005 y 2012 en Asturias y en León, en lo concerniente a modificaciones de líneas y adquisiciones de trenes. Por encima de otras operaciones, los populares pretenden aclarar los polémicos contratos para la construcción de trenes-tranvía que no pueden circular y que fueron hechos por la compañía, en tiempos de Zapatero, bajo la presidencia del socialista leonés Ángel Villalba.

La adquisición de los tren-tran para Avilés y Langreo ya está siendo estudiada por el Consejo de Estado, a petición de Fomento, una vez que la Administración General del Estado confirmó irregularidades en la operación. Además, durante el período de referencia para la investigación que reclama el PP, Feve también ejecutó importantes inversiones para el denominado «Fabiolo», un tranvía de pilas de hidrógeno que duerme el sueño de los justos, o el «tren solar» de La Robla, del que nunca más se supo. Villalba, impulsor asimismo del «mini AVE» del Cantábrico, dejó la compañía -extinta desde el pasado 31 de diciembre- con una deuda superior a los 500 millones de euros y con pérdidas anuales de 80 millones.

Según desveló el pasado septiembre Ana Pastor, ministra de Fomento, durante una comparecencia en el Senado, Feve, sin tener listas ni siquiera las vías, licitó la compra de tres unidades de tren-tranvía y, pese a que se presentaron tres empresas, el concurso quedó desierto. A partir de ahí, y por el método negociado sin publicidad, la compañía adjudicó cuatro trenes, que luego pasaron a ser doce y con el compromiso añadido de que pudiesen llegar a 28. La Intervención General del Estado valoró en 62,33 millones el montante de la operación para unos trenes que, según Pastor, no se pueden usar. Fomento tratará de venderlos a medida que los vaya recibiendo, añadió la Ministra.

Interpelado por LA NUEVA ESPAÑA, Villalba se remite a un comunicado que hizo público el pasado verano, en el que niega que en la extinta Feve hubiera trenes que no se pueden usar. A este respecto, acusó a su sucesor al frente de la compañía, Marcelino Oreja, designado por el PP, de haber ocultado que Feve firmó un protocolo con la empresa Vossloh para reconvertir los tren-tran del Nalón en trenes convencionales, que, de esa manera -sostiene Villalba- podrían circular en cualquier punto de la línea o venderse a terceros países.