Asturias quedó ayer al borde de la prórroga presupuestaria después de que el Gobierno regional y el PP, los dos actores que tienen en sus manos sacar adelante las cuentas de 2014, pusieran sobre la mesa la más que considerable distancia que separa sus planteamientos. Si los populares enviaban a última hora de la mañana una propuesta al Ejecutivo para su incorporación al presupuesto -bajada de impuestos, reducción del sector público y ahorro en el gasto-, al Gobierno apenas le tomó cuatro horas sacar a la palestra a su portavoz, Guillermo Martínez, para desechar las ideas que había expuesto la líder del PP asturiano, Mercedes Fernández.

"Nuestras posiciones son nítidamente diferentes", repitió hasta en cuatro ocasiones Guillermo Martínez durante la comparecencia del jarro de agua fría a las pretensiones del PP. Una respuesta contundente a lo que había sido una apuesta no menos rotunda de los populares porque, de entrada, el documento que enviaron a Presidencia traspasaba la línea roja que marcaron los socialistas desde el primer momento: afectaba a la política de ingresos del proyecto de Presupuesto elaborado en la consejería de Hacienda. Eso, con el reglamento de la Junta en la mano, implica una situación de prórroga que, aunque se diera de forma transitoria, el Gobierno "no está dispuesto" a admitir, como manifestó el portavoz.

El partido socialista no fue capaz de llegar a acuerdos con IU y UPyD, sus socios desde el inicio de la legislatura, antes de la entrada del proyecto en la Junta. Es más, el partido magenta ya anunció que pedirá la devolución de las cuentas, al igual que hará el partido de Francisco Álvarez-Cascos mediante una enmienda a la totalidad. Con la posición de IU respecto al rechazo aún sin definir -su apoyo a las cuentas en cualquier caso, no sería suficiente- la postura del PP sí que resultará definitiva. Una abstención el próximo día 20, cuando se debaten las enmiendas totales, sería suficiente para que Asturias tenga cuentas. Sin embargo, el documento con el que ayer pretendió abrir una negociación apunta precisamente a un rechazo del proyecto del Ejecutivo. "Primero queremos defender esta propuesta porque creemos que es buena para Asturias", respondió Mercedes Fernández preguntada por la posibilidad de que su grupo parlamentario pidiese la devolución del proyecto al Consejo de Gobierno. La opción del diálogo apenas duró unas horas, hasta la negativa del Ejecutivo.

Guillermo Martínez negó a la líder del PP cuando aseguró que "no es cierto" que se pueda plantear una alternativa a los presupuestos alterando la previsión de ingresos sin que sea considerada una enmienda a la totalidad, lo que llevaría a la prórroga. Horas antes, Mercedes Fernández había calificado esos argumentos como "excusas reglamentistas que dan la espalda a la gente" y había asegurado que "todo es posible, y los que dicen esto (que no lo es) también lo saben".

Pese a la negativa, el portavoz del Gobierno apeló a la "responsabilidad de todos los grupos parlamentarios" con el objetivo de que la región "no renuncie a una herramienta esencial para salir con más fortaleza de la crisis". Invitó además a las fuerzas parlamentarias a "mejorar" el proyecto del Gobierno a través de las enmiendas parciales.

La propuesta que ayer elevaron los populares incluía en el ámbito fiscal la práctica eliminación del impuesto de Patrimonio, con una bonificación del 99%; además, proponía una reducción de los tipos marginales en el tramo autonómico del IRPF y también en el impuesto de sucesiones y donaciones. En el apartado de gastos, los populares volvían a la carga con la reducción del número de parlamentarios regionales, de 45 a 35, una medida ya descartada en durante el intento fallido de la reforma de la ley electoral. También planteó Mercedes Fernández, que se hizo acompañar de su portavoz de Hacienda, Emma Ramos, una reducción de "un mastodóntico sector público que no nos podemos permitir", con supresiones, reducciones y privatizaciones (la ITV en este caso) de organismos que supondrían un ahorro, según calculan, de 44,7 millones de euros.

El PP acompañó los anterior con el enunciado de una serie de políticas para favorecer la contratación, apoyar a los emprendedores, fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación, renovar la política industrial, hacer más eficaz la gestión sanitaria, diseñar un plan de becas, mejorar los centros educativos o facilitar la incorporación de jóvenes al medio rural.