La consejera de Fomento, Belén Fernández, sostiene que tras la decisión de Renfe de privatizar el servicio de atención al cliente y de automatizar totalmente once estaciones de la antigua Feve en el Principado se esconde "una estrategia deliberada" del Gobierno central, que pretendería "desmantelar el servicio ferroviario de cercanías en Asturias".

Fernández mostró ayer de nuevo su frontal rechazo a la medida y anunció que trasladará esta postura del Principado a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en una reunión que ambas tienen previsto celebrar en breve, pero para la que aún no hay una fecha concreta.

Las estaciones afectadas son las de Pola de Siero, Mieres, Pola de Laviana, Nava, Grado, Muros de Nalón, Candás, Fuso de la Reina, Ablaña, Moreda y Cabañaquinta.

Por su lado, Gaspar Llamazares, diputado asturiano de IU, también reclama al Gobierno que de marcha atrás y le recuerda que los ayuntamientos implicados se oponen a un "recorte del servicio que se guía por motivos económicos sin tomar en consideración sus inaceptables consecuencias sociales".