La población osera en la parte oriental de la Cordillera Cantábrica, que engloba la montaña palentina, Cantabria y la montaña oriental de León, registró en 2013 el récord de nacimientos desde que hay estadísticas, con siete nuevos oseznos paridos por cuatro osas reproductoras, según datos facilitados por la Fundación Oso Pardo (FOP).

El dato supone, según la entidad conservacionista, una "consolidación de la recuperación" de la especie en una zona que tradicionalmente ha dado problemas para la conservación de estos animales, principalmente ocasionados por las dificultades a la hora de interrelacionarse con la población occidental, entre la que se encuentra Asturias.

La FOP, que elabora el censo osero todos los años, cifra en 55 los nuevos oseznos nacidos en 2013 a lo largo de toda la Cordillera Cantábrica y detalla que durante ese ejercicio se parieron con éxito al menos 30 osas reproductoras, 26 en la población occidental (que abarca Asturias, el alto Sil leonés y los Ancares de León y Lugo) y cuatro en la oriental. Se trata del segundo mejor registro desde que se iniciaron, hace 25 años, los censos anuales de osas con crías. El mejor dato sigue siendo el obtenido en 2012, con 33 osas y 59 oseznos.

En el caso de Asturias, y según datos facilitados en el último consejo asesor del oso, que estuvo presidido por la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, nacieron en 2013 un total de 38 nuevos osos, cinco menos que en 2012. Además, por los montes asturianos se contabilizaron 21 osas reproductoras, dos menos que en 2012. La ligera reducción en el caso regional son "oscilaciones normales", según indicaron los expertos.

La Fundación Oso Pardo pone de relieve que una de las "asignaturas pendientes" en la Cordillera es la unión de las dos superpoblaciones. "Aunque en los últimos años se detecta el incipiente movimiento de machos y ya se constató algún cruce exitoso entre ejemplares de las dos superpoblaciones, falta ver si se consolida la conexión genética". El objetivo, sigue la FOP, es mejorar el hábitat del corredor y la permeabilidad de las infraestructuras que dificultan el paso de la fauna.