La prolongación hasta Oviedo del corredor ferroviario de alta velocidad Madrid-Asturias pide otra variante al Norte de la Variante. El estudio informativo del trayecto Pola de Lena-Oviedo, que el Ministerio de Fomento somete desde hoy al trámite de la información pública, prevé salvar la distancia con una vía casi enteramente nueva de ancho ibérico adaptable a la propia del AVE -similar a la de los túneles de Pajares y a la del tramo Oviedo-Gijón- a cambio de una inversión que rondaría los mil millones de euros. El Gobierno propone un corredor exclusivo para viajeros de medio y largo recorrido, con la línea actual abierta para las cercanías y los convoyes mercantes. A razón de aproximadamente cincuenta millones el kilómetro, el documento plantea cuatro alternativas de trazado que acortan el vigente y una rebaja de tiempos de viaje que el proyecto calcula en un máximo de nueve minutos y diez segundos. De este modo, calcula el estudio, de los diecisiete que como máximo puede alcanzar un tren en las condiciones actuales de la línea se pasaría a algo más de ocho en la opción más ventajosa de las propuestas. La obra no estaría lista, eso sí, antes de tres años y medio en la estimación más conservadora ni, según la más amplia en plazos, después de seis años y medio.

El estudio parte de la necesidad de dar continuidad a las vías que cruzarán la Cordillera por la Variante con una infraestructura que permita velocidades equiparables a las que llevarán los trenes por el túnel y viene a completar el diseño del trazado asturiano de la alta velocidad, una vez que el proyecto del tramo entre Oviedo y Gijón fue presentado el pasado abril como un corredor mixto y menos complejo que por quinientos millones de euros podría acortar el desplazamiento hasta cerca de 18 minutos en el mejor de los casos. En total, el último horizonte de todo esto sería, según Fomento, ahorrar un cuarto de hora en el viaje de Lena a Gijón para poder llegar, con la Variante de Pajares en servicio, a rebajar el tiempo de viaje a Madrid a menos de tres horas desde Oviedo.

El anuncio de la publicación del estudio en la edición de ayer del Boletín Oficial del Estado (BOE) abre a partir de hoy treinta días hábiles de información pública. Contiene el análisis de las cuatro propuestas de trazado, de inversiones variables entre 968.000 y 1.117 millones de euros y trayectorias diferentes pero confluyentes todas en la elaboración de una nueva vía para gran parte del trayecto ferroviario de Pola de Lena a Oviedo, 31 kilómetros por la vía actual.

Tres de las cuatro opciones, entre ellas la considerada mejor por Fomento, se plantean como un corredor específico para trenes de viajeros y sólo una, la más barata y la que menos tiempo ahorra, combina el paso de los pasajeros con el de convoyes de mercancías. Por la sinuosidad y las pendientes de la traza en uso, todas proponen la construcción de una nueva vía que se bifurcaría de la que viene de la Variante en las inmediaciones de Pola de Lena y no volvería a confluir con la línea actual en un caso hasta Olloniego y en los otros tres más cerca de Oviedo: uno en Las Segadas, otro en Soto de Rey y en la opción elegida por el Ministerio en la misma entrada de la capital. Los trazados comparten una estructura similar en su tramo inicial, con tres túneles encadenados, uno de ellos de cerca de doce kilómetros entre Lena y Mieres, y otros tantos viaductos en un trayecto de extraordinaria dificultad técnica. "La simple observación de las opciones que se ofrecen", confirma el texto, "revela con claridad la complejidad constructiva y funcional de la actuación".

De las cuatro alternativas sugeridas, Fomento ha escogido como la más adecuada la que el propio estudio define como "la más ambiciosa", también la de mayor presupuesto, 1.117 millones de euros. La opción elegida es una de las tres que propone una variante de tráfico exclusivo para trenes de viajeros por el que circularían, según el proyecto, trenes de media y larga distancia con paradas en Pola de Lena y Oviedo, mientras que los de cercanías y los mercantes mantendrían en uso el corredor actual. Los mercancías seguirían utilizando su propia variante a través de los ramales Soto de Rey-El Entrego y Tudela Veguín-Lugo de Llanera para evitar atravesar el casco urbano de Oviedo. Todas las opciones de trazado conectan con la línea actual cerca de la capital del Principado porque el estudio confirma la pretensión, ya esbozada en el proyecto del trazado Oviedo-Gijón, de mantener la estación ovetense en su ubicación actual y conservar intacto el ingreso ferroviario en la capital a través del túnel de El Fresno.

La alternativa preferida por Fomento para viajar de Pola de Lena a Oviedo es la que elige la construcción de un trayecto más largo de vía nueva y la que enlaza con la línea actual más cerca de la capital. Su longitud se acerca a los 22 kilómetros y el recorrido es una sucesión de tramos subterráneos y puentes, seis túneles y cinco puentes casi sin solución de continuidad. Como el resto de las soluciones propuestas, prevé que los raíles se separen en Pola de Lena de la línea que viene de la Variante de Pajares, que viren hacia el Oeste en lugar de hacia el Este, como la vía actual, y que encadenen a continuación, todo seguido, un túnel de 1.165 metros, un viaducto por encima del arroyo de Muñón y un nuevo tubo, éste de casi once kilómetros y medio, que desemboca al Oeste de Mieres. Le siguen otro puente, sobre el río Caudal, un túnel de 2,7 kilómetros y un viaducto que salva el Nalón cerca de Soto de Rey antes de seguir, hasta el enlace con la línea actual a la entrada de Oviedo, con otros dos pequeños pasos elevados y dos nuevos trazados soterrados de menor longitud que los anteriores.

El estudio informativo precisa que la necesidad de dar continuidad a la Variante de Pajares conduce a la instalación también en el tramo Pola de Lena-Oviedo de vías de ancho ibérico equipadas con traviesas polivalentes que permitan en el futuro su adaptación al ancho internacional, el más propio del AVE. El estudio precisa, eso sí, que establecer una equivalencia entre el ancho de vía y las velocidades que permite ésta "no deja de ser un prejuicio". Promete un trazado "de altas prestaciones" y se guía, aclara, por la certeza de que las actuaciones propuestas se enfocan "hacia la funcionalidad de los tráficos que se pretende servir, sin que se tome el ancho de vía o el equipamiento del sistema como condicionantes de partida".